- Introducción
- El municipio del Tlaltizapan y el albergue
- La jornada de trabajo y el salario
- Los cortadores de caña en la sociedad globalizada
Como hemos visto hoy en día la producción de azúcar sigue descansando en la explotación del trabajo asalariado a través de bajos salarios, condiciones de vida indigentes, jornadas de trabajo excesivas, inestabilidad en el empleo, falta de prestaciones, etc.1
Realmente, me parece que los cortadores de caña muestran una actitud sumisa ante la situación de vida que tienen.
Los cortadores de caña son, un grupo marginado que viven y sufren la pobreza. Sus albergues en malas condiciones, su trabajo que es duro y de mucho riesgo, su origen indígena, entre otros aspectos, nos demuestran que, los cortadores y sus familias son personas víctimas de un sistema neoliberal que busca brazos baratos y necesitados para generar riqueza.
En las salidas de campo pude darme cuenta de que los cortadores tienen esa actitud sumisa y conformista. Tal vez es porque no ven otra opción de una vida mejor. Pero al hacer las entrevistas y obtener respuestas como “hay que echarle ganas cortando”, “si nada más va auno a estar sentado en el campo pues el pago no va a alcanzar”, nos demuestran que su actitud es de aceptación a las condiciones.
A pesar de que se han conocido movimientos políticos de cortadores en diversas zonas del país que en ocasiones han derivado en enfrentamientos con cañeros e ingenios, la realidad que viven los cortadores cotidianamente no ha cristalizado en una organización política efectiva que les permita la defensa de sus derechos.
En esta situación, una encuesta realizada en otra publicación sobre el tema nos muestra que entre los cortadores sólo el 10% ha participado en intentos de organización. Los impedimentos fundamentales que han enfrentado son por una parte, la oposición de los ingenios y el saber que si intentan organizarse pierden el trabajo y lo necesitan mucho. Es importante resaltar que en un alto porcentaje (90% de los que respondieron a esta pregunta), los cortadores piensan que organizarse les sería muy benéfico pero a la vez están convencidos de que esto es imposible.2
Pero esto no es una situación específica de los cortadores de caña. En muchos otros sectores, al igual que aquí la explotación y la sumisión se da sin que los afectador puedan hacer algo. La única manera de solucionar esto es la unión y solidaridad de todos los explotados.
1Ana María Chávez Galindo, Lucero Jiménes Guzmán, Los cortadores de caña de Azúcar en el estado de Morelos, pag 47
2Ana María Chávez Galindo, Lucero Jiménes Guzmán, Los cortadores de caña de Azúcar en el estado de Morelos, pag 48
Como hemos visto hoy en día la producción de azúcar sigue descansando en la explotación del trabajo asalariado a través de bajos salarios, condiciones de vida indigentes, jornadas de trabajo excesivas, inestabilidad en el empleo, falta de prestaciones, etc.1
Realmente, me parece que los cortadores de caña muestran una actitud sumisa ante la situación de vida que tienen.
Los cortadores de caña son, un grupo marginado que viven y sufren la pobreza. Sus albergues en malas condiciones, su trabajo que es duro y de mucho riesgo, su origen indígena, entre otros aspectos, nos demuestran que, los cortadores y sus familias son personas víctimas de un sistema neoliberal que busca brazos baratos y necesitados para generar riqueza.
En las salidas de campo pude darme cuenta de que los cortadores tienen esa actitud sumisa y conformista. Tal vez es porque no ven otra opción de una vida mejor. Pero al hacer las entrevistas y obtener respuestas como “hay que echarle ganas cortando”, “si nada más va auno a estar sentado en el campo pues el pago no va a alcanzar”, nos demuestran que su actitud es de aceptación a las condiciones.
A pesar de que se han conocido movimientos políticos de cortadores en diversas zonas del país que en ocasiones han derivado en enfrentamientos con cañeros e ingenios, la realidad que viven los cortadores cotidianamente no ha cristalizado en una organización política efectiva que les permita la defensa de sus derechos.
En esta situación, una encuesta realizada en otra publicación sobre el tema nos muestra que entre los cortadores sólo el 10% ha participado en intentos de organización. Los impedimentos fundamentales que han enfrentado son por una parte, la oposición de los ingenios y el saber que si intentan organizarse pierden el trabajo y lo necesitan mucho. Es importante resaltar que en un alto porcentaje (90% de los que respondieron a esta pregunta), los cortadores piensan que organizarse les sería muy benéfico pero a la vez están convencidos de que esto es imposible.2
Pero esto no es una situación específica de los cortadores de caña. En muchos otros sectores, al igual que aquí la explotación y la sumisión se da sin que los afectador puedan hacer algo. La única manera de solucionar esto es la unión y solidaridad de todos los explotados.
1Ana María Chávez Galindo, Lucero Jiménes Guzmán, Los cortadores de caña de Azúcar en el estado de Morelos, pag 47
2Ana María Chávez Galindo, Lucero Jiménes Guzmán, Los cortadores de caña de Azúcar en el estado de Morelos, pag 48