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La imposición de la historiografía en la cultura occidental.

9 diciembre, 2013

La ciencia de la historia, o podríamos decir, la historiografía, específicamente la historiografía estudiada y conformada por los historiadores de la cultura occidental, es una ciencia que tiene y da mucho de qué hablar al analizarla desde una perspectiva filosófica, es decir, cuando se hace filosofía de la historia.

 Si bien “la historia” (entendida la historia como la ciencia que se dedica al estudio de los hechos) es aceptada y reconocida por la gran mayoría como cierta, como una verdad universal. De algún modo podemos llegar a pensar que esa manera de concebir las cosas parte de una imposición, misma que parte de una serie de intereses, los cuales pueden ser ideológicos, sociales, políticos y hasta económicos por parte de aquellos que han hecho esa historia.

 ¿Y quienes han hecho la historia? La respuesta es fácil y sencilla, fácil de intuir, pero más aún, repetida la respuesta infinidad de veces. Las historias las hacen los vencedores de los conflictos, y como la historia es un conjunto de historias entrelazadas entre sí, tenemos que la historia en general está escrita por los que han vencido en los diferentes conflictos que han dado paso a que haya historia, los que han resultado triunfantes de aquellos cambios que el mundo ha tenido.

Sin duda alguna existe la historia tal cual, los hechos que a lo largo del tiempo realmente han sucedido. Y existe también aquello de lo que hemos hablado en estos primeros párrafos, la ciencia que estudia esos hechos, a lo que también solemos llamar historia. No necesariamente ambas coinciden, o al menos no coinciden por completo. A veces nos cuentan ciertas personas cercanas a nosotros historias que les han sucedido, o cosas de las que han sido testigos, y que sin embargo, nunca hemos visto, y seguro no veremos escrito en los libros que nos aseguran contarnos la historia.

 Los libros de historia parecen estar orientados al estudio de aquellos hechos históricos que han trascendido, que han sido importantes de alguna manera para la humanidad; sin embargo, ¿quién ha determinado lo que puede ser o no importante para la humanidad? ¿quién decide pues lo que ha de aparecer en los libros de historia? Y ¿qué criterios usan para hacer semejante selección?

 Podemos aceptar y reconocer sin mayor problema la imposibilidad de capturar la totalidad de la historia, es más, no podríamos siquiera hacer un recuento de lo que ha sucedido en el último segundo de tiempo en todo el mundo. La cantidad de procesos, hechos, reacciones, movimientos, cambios, etc., es infinita que resulta imposible para seres finitos como lo somos los humanos hacer semejante recapitulación de hechos. Y menos podríamos hacer esa recapitulación cuando nos damos cuenta que cada instante que pasa es un instante de historia más.

 Todo es historia, el mismo presente es ahora historia, porque en el momento en que se enuncia o se piensa es algo que ya pasó. El presente en ese sentido no existe más que como ente metafísico, al igual que el futuro, el cual es incierto. Lo único certero que puede existir es la historia, aunque suele contarse mutilada o distorsionada de acuerdo a ciertos intereses que ya mencionamos. La historia como tal, los hechos que forman esa historia, pasaron como pasaron y eso es lo certero, lo que nadie puede cambiar.

 Pero seguimos con las cuestiones, quiénes y por qué deciden lo que ha de contarse como la historia “oficial”. Por ejemplo, es muy interesante leer la investigación de Martin Bernal, la cual titula Atenea Negra, y en la que habla en su primer volumen de la invención de la antigua Grecia. Según su tesis existen dos modelos de la historia de Grecia, y se habla específicamente de la antigua Grecia porque es lo que lo que occidente considera la cuna de su cultura.

 Los dos modelos son el ario y el antiguo. El primero considera que Grecia es esencialmente europea o aria, el segundo la ve como una civilización medio-oriental, situada en la periferia del área cultural egipcia y semítica. Bernal ha encontrado evidencia de que los griegos siempre consideraron el modelo antiguo como la base histórica de su cultura; sin embargo, a mediado del siglo XIX se impuso y desarrolló el modelo ario como si fuera la verdadera historia de Grecia, sin considerar ya ningún aspecto del modelo antiguo que hasta entonces había sido reconocido oficialmente como la historia.

 Hubo un cambio de paradigma respecto a lo que se consideraba como la historia oficial, puede decirse, hubo un cambio de la ciencia normal1. La historia de Europa está hundida en la ideología del racismo, del antisemitismo y del desprecio a las otras culturas. Lo africano es bajo respecto a lo europeo, el semitismo es inferior al cristianismo, y sin embargo, la tradición antigua afirmaba que el mundo europeo tenía esas raíces. Por eso la “casta aria” parece haberse visto en la necesidad de crear esa nueva historia la cual afirmara que el origen de su cultura era la Europa misma y no una venida de lo que ellos consideraban como inferior.

 Lo que sucedió entonces es que hubo un cambio de paradigma respecto a lo que entendemos como la ciencia que estudia la historia. La historia misma no cambio, los hechos que sucedieron siguieron siendo los mismos, con las mismas características y rasgos, pero fueron vistos y tomados a partir de ese entonces desde otra perspectiva, desde otra manera de ver las cosas. Kunh mismo reconocía así los cambios de paradigma, cuando suceden, no es que las cosas o fenómenos empiecen a funcionar de otra manera, sino que simplemente se cambia la manera en que se ven, entienden y comprenden. La historia en sí entonces no cambio, sino que cambio el discurso sobre cómo entenderla y concebirla.

 Pero ¿cómo pudo adaptarse toda una cultura a entender las cosas de una manera distinta a como lo habían entendido hasta entonces? La educación que en las distintas sociedades se recibe tiene una importante implicación en tal hecho. Martin Bernal dice:

Lo corriente es que los estudiantes sean introducidos poco a poco en las materias que se disponen a trabajar, como si fuera un misterio que se les va desvelando gradualmente, de suerte que, cuando llega el momento en en que están en condiciones de ver su campo de estudio en su integridad, se hallan tan embuidos de prejuicios y esquemas de pensamiento convencionales, que les resulta prácticamente imposible poner en cuestión las premisas más elementales.2

Así, podemos ver como es que generalmente las disciplinas dadas están ya determinadas por una serie de características que se predisponen para aprender, las cuales manejamos de acuerdo a como se han determinado las cosas y por lo tanto, sólo obtenemos los resultados ya conocidos de antemano.

 El modelo ario fue en algún momento de la misma historia sacado a la luz, a pesar de que de él nunca antes se había oído hablar, se introdujo en los programas de estudio de las sociedades occidentales y la ciencia de la historia cambio totalmente. En ese sentido no podemos decir que tenemos una noción del todo certera acerca de cómo han transcurrido los hechos de nuestro pasado, sino que esos hechos han sido trastocados y arreglados a manera de la conveniencia para cierto tipo de tradiciones y aspectos sociales.

 Siempre se nos habla y se dice que la cuna de la historia de occidente se encuentra ubicada en la antigua Grecia; pero nada se dice de que antes de Grecia, los egipcios llevaban ya años de civilización y que muchos rasgos de su cultura se han hallado también en los griegos, tal y como Bernal lo asegura en su trabajo. No es difícil imaginar que si ambas culturas comerciaban y tienen aspectos semejantes en sus formas de vida, la cultura griega retomó muchas características de los egipcios si ellos existían en el mundo desde mucho tiempo antes que los griegos.

Es interesante hacer este tipo de análisis y poner en duda o cuestión todos esos aspectos de nuestra historia y nuestra cultura. No porque se nos enseñe que occidente es lo mejor del mundo se ha de dejar por completo de voltear a ver qué más podemos encontrar. Occidente es una cultura joven respecto a otras más que en tal caso, no estaría nunca de más analizarlas y ver, tal como lo ha hecho Bernal, que muchas cosas que consideramos nuestras pueden provenir de donde menos lo esperemos.

1Tomando como definición de ciencia normal lo que Thomas S. Kuhn consideró en su obra La estructura de las Revoluciones científicas: La investigación basada firmemente en uno o más logros científicos pasados, logros que una comunidad científica particular reconoce durante algún tiempo como el fundamento de su práctica ulterior.

2Atenea Negra, Volumen I, La invención de la antigua Grecia, Barcelona, CRÍTICA, p. 31.

A 44 años de la masacre de Tlatelolco, 2 de octubre, ni perdón ni olvido.

2 octubre, 2012

Un año más ha pasado de que aquella trágica tarde del 2 de Octubre de 1968, en la cual, cientos de personas, principalmente estudiantes, fueron agredidos por el gobierno mexicano en la plaza de las tres culturas de Tlatelolco. Un año más y en nuestras memorias siguen presentes tales hechos, un año más que nos negamos a olvidar que nuestras luchas del presente, tienen una historia, un año más que no estamos dispuestos a perdonar el arrebato de la vida de quienes la entregaron luchando por construir un mundo mejor para vivir.

Después de 44 años, continuamos reivindicando las luchas de aquellos que cayeron en el 68, pues los gobiernos represores continúan haciendo de las suyas, golpeando al pueblo, imponiendo títeres del capitalismo como representantes de todo un país. Que lo sepan, que se enteren, que no ejercerán su impunidad en paz, si guerra tienen en contra de este pueblo trabajador, guerra les vamos a dar.

Estamos actualmente presenciando una situación crucial que en mucho se parece a la del 68, hay protestas por todos lados. Razones sobran, las agresiones en contra de nuestro pueblo no se detienen, el constante aumento de la gasolina, que trae como consecuencia el aumento del pasaje y demás aumentos en los productos de la canasta básica. Encima de todo una reforma laboral que intensifica la crisis del pueblo, pues nos convierte a todos y cada uno en piezas fácilmente intercambiables o remomovibles de las diferentes áreas de trabajo.

Por eso y más, y para recordar a los caídos aquella tarde del 2 de octubre en la plaza de Tlatelolco invitamos a todos los individuos, trabajadores, estudiantes, campesinos, obreros, organizaciones, colectivos, sindicatos, etc. a que este día tomen las calles, que hagan notar su inconformidad ante las diferentes agresiones que nuestro pueblo está sufriendo, y para hacer notar también, que México, ni perdona ni olvida la represión y la injusticia, y que las voces de aquellos que cayeron en el 68 siguen vivas, y se hacen oír hoy en las calles de todo el país por las bocas de los que hoy continuamos la lucha.

Una vez más, de la misma manera que los jóvenes del 68 pedimos, únete pueblo, no nos abandones. No nos dejes caer vilmente bajo la mano del represor, no dejes que la voz y la fuerza de la lucha decaiga con un nuevo golpe. Este es el momento adecuado para hacerles ver que no estamos dispuestos a aceptar vivir bajo esta miseria que nos aplasta.

2 de OCTUBRE, no se olvida, es de lucha combativa.

NOS VEMOS EN LAS CALLES.

ACTIVIDADES A REALIZAR EN EL SUR DEL ESTADO DE MORELOS:

Jornadas Zapatistas a 50 años del asesinato de Rubén Jaramillo

18 mayo, 2012

Rubén Jaramillo Ménez, hijo de minero y campesina, nació al principiar el siglo XX en el Mineral de Zacualpan, del Estadod de México.

Le tocó ioncorporarse muy joven a la Revolución de 1910, en el ejercito zapatista. Por su decisión revolucionaria fue ascendido a capitán primero de caballería cuando apenas tenía 17 años. Los pobladores de la zona sur de Puebla y otras regiones colindantes con el Estado de Morelos lo apreciaban mucho por su comportamiento justo y valiente.

En 1918 el ejército zapatista se desintegraba, muchos jefes y soldados empezaban a dedicarse al pillaje, desoyendo la voz de Emiliano, o traicionaban la causa del pueblo pasándose con los carrancistas. En esas circinstancias, Rubén reunió a sus soldados y les dijo:

«Frente a las condiciones actuales de fatal decadencia revolucionaria nosotros de ninguna manera debemos ir a entregarnos en las manos de nuestros enemigos que, a base de fuertes compromisos con los norteamericanos y plutócratas nacionales, se han fortalecido reclutando gentes a sueldo para combatirnos. Pero en este caso, no son los muchos hombres los que triunfan, sino las ideas basadas en la justicia y el bien social y para no seguir el camino de los malos revolucionarios que no podrán sostenerse si antes no hacen daño al pueblo y que de seguro tarde o temprano tendrán que ir de rodillas ante el enemigo, nos vamos a diseminar los unos de los otros con el fin de reservar nuestras vidas para mejores tiempos y desde hoy la Revolución, mas que de armas, ha de ser de ideas justas y de gran liberación social… El pueblo, y más las futuras generaciones no podrán vivir esclavos y será entonces cuando de nueva cuenta nos pondremos en marcha, y aunque estemos lejos los unos de los otros no nos perderemos de vista y llegando el momento nos volveremos a reunir. Guarden sus fusiles, cada cual donde lo pueda volver a tomar».

Surgieron posteriormente los nuevos enemigos: ya no fueron los hacendados azucareros sino gentes con capital que compraban las cosechas, controlaban el comercio y acaparaban tierras. Estos ricos tramaron alianzas con una multitud de políticos surgidos de la Revolución, para juntos dominar, admeás de la agricultura, el gobierno y la riqueza pública del estado de Morelos.

Al dejar las armas Rubén, movido por su pasión libertaria emprendió luchas por el mejoramiento del pueblo, peleando contra los comerciantes acaparadores de las cosechas de arroz, contra los prestamistas, por formar uniones de crédito con el recién fundado Banco Ejidal, por comercializar directamente sus productos agrícolas, etc. Los ricos arroceros y comerciantes de la región de Jojutla, aliados con los políticos del nuevo régimen, se convirtieron en sus enemigos más feroces.

Rubén pensó que un ingenio grande, podría ser una buena forma de sustraer al pueblo del dominio de los ricos comerciantes y caciques y llevó su idea al general Cárdenas cuando éste andaba en campaña electoral. Gracias a la empeñosa iniciativa de Jaramillo se hicieron los estudios, presupuestos, etc.; Cárdenas ordenó la construcción y para el mes de marzo de 1938, en Zacatepec, empezó a trabajar el Ingenio Emiliano Zapata.

Aunque el Ingenio se fundó con el carácter de sociedad cooperativa, desde su fundación el gobierno lo ha manejado como su dueño y patrón, poniendo y quitando gerentes a conveniencia y por ello tendría el mismo destino de todas las empresas y secretarías de Estado, el de convertirse en botín de políticos. Este ingenio de limpio nombre, no podría sustraerse al sistema político mexicano en esa penosa fase de acumulación violenta de grandes masas de capital bajo el cobijo de las instituciones del Estado.

En este sistema Rubén Jaramillo hubiera tenido un «futuro brillante». Se le había asignado la dirección de una empresa estatal y como líder campesino tenía arraigo, excelentes condiciones para incursionar en las esferas del poder y la riqueza. Pero resultó ser un hombre que se rigió por sus principios y convicciones morales. Ni como presidente del consejo de Administración, ni como líder popular aceptó entrar a ese sistema político. Rubén fue un líder natural incorruptible, discípulo fiel de Zapata, y al no prestarse a corruptelas traicionando los derechos obreros y campesinos, fue declarado agitador y enemigo público, difamado y perseguido. Dan testimonio de ello sus compañeros de lucha.

Se convirtió en un obstáculo para que esa mina de oro pudiera engrosar las cuentas bancarias de políticos y funcionarios: tenía que ser eliminado. Primero lo destituyeron de su cargo. Después, como en su condición  de cañero y cooperativista seguía defendiendo los derechos de los campesinos y obreros, intentaron asesinarlo. Dos veces llegó la policía judicial hasta su casa pero no pudieron capturarlo. La tercera lo emboscaron policías y pistoleros, pero fracasaron. Jaramillo tomó entonces el único camino honrado que le dejaban: el de las armas.

En 1943 Rubén se armó y con varios zapatistas correligionarios y algunos hombres de lucha, se remontó al cerro en calidad de rebelde. Parecía el momento en que se volvieran  a reunir los viejos zapatistas que acordaron guardar sus fusiles donde cada cual los pudiera volver a tomar.

Rubén y su gente iniciaron entonces largos recorridos por todo el estado, dando a conocer de pueblo en pueblo el motivo de su lucha. Su popularidad creció, atrajo muchos hombres a sus filas y se ganó el apoyo de prácticamente todo el pueblo campesino, que le dio protección, abrigo y sustento durante su vida de lucha.

Rubén pudo apreciar que no se vivía una situación insurrecional, puesto que la lucha armada no se generalizaba en todo el estadoy en el país, las fuerzas que podían reunir eran pocas comparadas con las del gobierno.

Comprendió también que al andar alzado en el cerro, aunque le daba seguridad, resultaba benéfico para los enemigos, pues él y sus seguidores se apartaban del pueblo. Por ello aceptó la amnistía que le hizo el gobierno de Ávila Camacho. Rubén volvió a la vida civil en 1944.

Hacia el final de su vida organizó legalmente a miles de campesinos para colonizar tierras ociosas; supervisó cambios de comisariados ejidales bajo auspicio oficial y participó en un congreso estatal de la Liga de Comunidades Agrarias de la que pudo ser presidente por contar con la mayoría, pero no aceptó el desafío  por el riesgo evidente.

Simultanea o alternamente con ese tipo de luchas legales, Rubén tenía que ejercer la autodefensa de su movimiento: tuvo enfrentamientos con pistoleros en mítines o asambleas públicas; asestó golpes a la sanguinaria policía judicial que torturaba y mataba partidarios suyos; liquidó a varios caciques opresores y grupos de abigeos, ajustició a un jefe de la policía judicial del estado, etc.

Para la burguesía, la sola existencia de ese atrevido e insobornable hombre dispuesto a todo, era una desesperante pesadilla; por lo tanto, tenía que crear las condiciones para su eliminación segura, sin riesgo de fracasar, desde el centro mismo del poder, desde el gobierno federal.

El presidente López Mateos en 1958 le ofrece amplias garantías, le promete apoyo para resolver los problemas campesinos de su estado, lo subsidia con un sueldito de promotor de la CEIMSA, lo comisiona  para supervisar cambios de autoridades agrarias, le acepta un proyecto para colonizar tierras ociosas con miles de campesinos sin tierras. El plan era amansarlo y preparar su ejecución y Jaramillo aceptó la propuesta.

Sus compañeros más cercanos además de advertirle el peligro, le insistieron en la idea de dar un paso adelante en la organización revolucionaria. No obstante Rubén ya con casi sesenta años, parecía ceder ante la fuerza de la corriente contra la que había luchado desde la revolución. En sus últimos años críticos, su esposa y familia tiraban hacía donde lo deseaba el gobierno: la paz y tranquilidad.

Sólo cuando una casa donde se refugiaba en México fue asaltada por la policía, tratando de apresarlo y decomisarle sus armas, pareció decidido a salir de la tramposa legalidad que le había ofrecido López Mateos.

Pero por alguna razón poderosa, no bien conocida por sus amigos más cercanos, Rubén permaneció en su casa de Tlaquiltenango durante esos días críticos.

El 23 de mayo de 1962 llegaron los asesinos: la policía judicial del estado dirigida por el gobierno de Norberto López Alvear (1958-1964), por Heriberto Espinoza, alias «El Pintor»; tropas del ejército nacional comandadas entre otros por un capitán de nombre José Martínez y algunos pistoleros de Jesús Merino Fernandez, gerente del ingenio Emiliano Zapata. Apresaron a toda la familia, la subieron en vehiculos oficiales y a un lado de las ruinas de Xochicalco la acribillaron.

El crimen fue cometido directamente por el gobierno, sin pretextos, sin el más leve intento de ocultar su responsabilidad o de disfrazar de justicia su determinación asesina. fue un golpe seco de odio contra quien lo desafió con su honradez, un golpe de odio despótico para escarmiento de la rebeldía.

Ninguna palabra palabra es suficientemente fuerte para calificar este asesinato, porque es un crimen que en las personas de Rubén y su familia se cometió contra todo el pueblo oprimido de México y para sancionarlo hace falta algo más que todas las palabras de nuestro idioma.

Si algún deseo hubiera podido expresar Jaramillo a sus compañeros,  momentos antes de su muerte, sería sin duda que siguieran la lucha. Por eso hoy día aquí estamos y aquí seguiremos, continuando ese legado, esa tradición de lucha que tienen estas tierras zapatistas. Jaramillo y Zapata Viven, la lucha sigue! ¡Viva Tierra y Libertad! ¡Viva La Otra Campaña!

Este texto es un extracto de Los Jaramillistas, de Renato Ravelo Lecuona.

Pronunciamiento a seis años de las agresiones contra la Otra Campaña en San Salvador Atenco

5 mayo, 2012

Hace seis años la Otra Campaña fue brutalmente agredida en San Salvador Atenco. Nuestros compañeros y compañeras fueron injustamente a prisión; compañeras nuestras fueron agredidas, torturadas sexualmente; los cuerpos de muchos compañeros fueron ultrajados con golpes, patadas y odio que solo puede surgir de esas policías auspiciadas por los de arriba. Ese 3 y 4 de mayo es un crimen que no olvidamos.

No olvidamos la complicidad del gobierno local del PRD de Texcoco, con el estatal del PRI y con el federal del PAN, felizmente articulados en este crimen. No es de extrañarse que así sea, pues pertenecen al mismo sistema, viven de ese sistema y, si lo ven amenazado, olvidan sus diferencias y se articulan, pues en el fondo son lo mismo.

Pero tampoco olvidamos aquel 5 de mayo de 2006. San Salvador Atenco se mantenía ocupado por la Policía Federal Preventiva. Así, miles de integrantes de la Otra Campaña, incluido el delegado Zero de la Comisión Sexta del EZLN, el Subcomandante Insurgente Marcos, marchamos de la Universidad Autónoma de Chapingo rumbo a Atenco. La policía abandonó el poblado y la rebeldía nuevamente recorrió las calles. Los medios comerciales presentaban cómo héroes a la policía federal y estatal. El gobierno estatal, encabezado por Enrique Peña Nieto y el federal, encabezado por Vicente Fox, se sentían orgullosos de su crimen, mientras López Obrador guardaba un silencio cómplice, o quizá compartía la postura del PRD, que en su desplegado del 4 de mayo del 2006 apoyaban las acciones de Peña Nieto. Muy bien, expresó el Subcomandante Marcos aquel 5 de mayo en San Salvador Atenco:

«… “Qué héroes”, “qué estado de derecho”, ¡qué mierda! y todavía lo están pavoneando por todas partes, ¿cuál es el privilegio?, ¿cuál es el honor que tiene el gobierno de matar a un niño?, ¿cuál es el honor de golpear y violar mujeres?, ¿cuál es el honor de tener presos ancianos golpeados?, ¿qué honor tiene ese estado de derecho?, ¿dónde está el estado derecho a la hora que el gobernador Marín lo compra con dos botellas de coñac, a la hora que la señora Sahagún le compra un pedazo de país a sus hijos, a la hora que toda esa bola de ladrones que están allá arriba, roban y son exhibidos en grabaciones y videos y nos quieren decir acá abajo que “el estado de derecho”, que “no a la violencia”, la violencia la vino aquí a traer el gobierno no la gente.» SCI Marcos

Es fundamentalmente ese 5 de mayo digno que también recordamos. Día en que la organización se mueve y construye las estructuras que desde abajo y a la izquierda, no permitieron que la represión destruyera la organización que los pueblos habían construido: el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y que además le permitió recuperar la plaza y asi, que salieran los compañeros que estaban siendo perseguidos. Y liberó a los presos y presas de aquel 3 y 4 de mayo. Con esto no queda más qué decir:

¡Viva la Otra Campaña!

¡Viva la organización de abajo y a la izquierda!

¡Viva el EZLN!

Contra el despojo y la represión…

la Solidaridad.

Fuente: Red Contra la Represión y por la Solidaridad (RvsR)

Jornada de actividades ¡Zapata vive!, conmemorando el asesinato de Emiliano Zapata

8 abril, 2012

La Jornada de actividades comenzó el día Jueves 5 de abril con una proyección de video en la plaza de armas de la ciudad de Cuernavaca y el viernes 6 de abril en el Café Galería, en galeana, al sur del Estado de morelos, proyectando el documental : Autonomías en México y Crónica de una rebelión.

Las próximas actividades se realizaran el Lunes 9 de Abril, a las 6:00 PM en la plaza de armas de Cuernavaca, con otra proyección de video, presentando el documental: Vida de Zapata.

Y El Lunes 10 de Abril, a las 6:00 AM, una ofrenda dedicada al General en la Glorieta Emiliano Zapata de Cuernavaca Morelos.

Por la tarde, en el mismo lugar (Glorieta Emiliano Zapata), partirá una marcha hacía el Zócalo de la ciudad a las 4:00 PM y a la llegada al zócalo se impartirán distintos talleres de globos de cantoya, gises y estencil y la proyección de película Crónica de una rebelión.

Invitan: Centro Social Comunitario Julio Chávez López y Jóvenes en Emergencia Morelos.

La ignorancia y el oscurantismo en todos los tiempos no han producido más que rebaños de esclavos para la tiranía.

Tierra Y Libertad

A 93 años del cobarde asesinato:

¡Zapata Vive, La Lucha Sigue!

Conmemorando la Revolución Mexicana como fecha, olvidándola como hecho.

13 noviembre, 2011

Estamos a sólo unos días de la celebración del 101 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana. 20 de noviembre, un día festivo para los mexicanos, quienes al parecer sólo festejan porque tienen alguna idea de que la Revolución Mexicana trajo consigo un poco de justicia para el pueblo mexicano; sin embargo desconocen por completo la historia, y no me refiero sólo a lo que sucedía hace 100 años, sino a lo que ha sucedido a lo largo de todo este plazo de tiempo, sobre todo en la segunda mitado del siglo XX y lo poco que llevamos del XXI.

Pues no sucede gran cosa, simplemente los pequeños logros que se consiguieron con la Revolución mexicana, se están perdiendo, o más bien, nos los están robando impune y desvergonzadamente. La consigna «Tierra y Libertad», proclamada por Ricardo Flores Magón y retomada por Emiliano Zapata parecen ser sólo eso, una bella consigna que ha quedado absorbida por el discurso oficialista de la democracia.

Al día de hoy, la tierra y la libertad han vuelto a ser parte de la propiedad privada de quienes tienen el poder político, y sobre todo, económico. Es una tristeza darse cuenta de como los ejidos que con tanto esfuerzo fueron conquistados para los campesinos de México, estén regresando  de una manera tan vil a manos de los explotadores capitalistas. Todo esto a causa del podrido modelo neoliberal, que promueve una apestosa y desleal competencia, lo cual no permite al campesino sacar adelante una cosecha capaz de competir contra productos extranjeros que traen las multinacionales.

Los grandes capitalistas del mundo no se llenan, quieren arrebatar a la naturaleza su última gota de vida para poder producir hasta la última moneda posible, y la complicidad de estados corruptos y prostitutos como el de México, les hace posibles todos estos sueños de ambición y putrefacción. Poco a poco nos están arrebatando lo que se ha conquistado con sudor, lágrimas y sangre, mientras que a ellos no les cuesta nada, porque no lo luchan, sólo «reforman».

Pero como lo que importa es la fecha, qué más da, aquí seguimos, festejando algo que no tenemos. Desgraciadamente nuestro cariñoso gobierno nos impulsa a continuar con el festejo, porque así nos sentimos un poquito más felices de vivir en un país que hace 101 años iniciaba una lucha por la justicia, y que al día de hoy esa justicia sigue brillando por su ausencia.

Más bien, esa lucha aún continúa, y esa debería de ser nuestra manera de conmemorar, luchando y no sólo formando parte del rebaño convocado por quienes siguen siendo los opresores, explotadores, burgueses, imperialistas, rateros y sinverguernzas elitistas que nos hacen pensar que la revolución se consumó en aquella época y que nos invitan a celebrar con ellos porque hoy no hay nada más que hacer porque la justicia, libertad y democracia imperan. ¡No señores, La REVOLUCIÓN SIGUE! ¡Zapata vive, La lucha sigue! ¡Magón vive, la lucha sigue! ¡Viva Tierra y Libertad!

A 43 años, 2 de Octubre ¡NO SE OLVIDA!

1 octubre, 2011

43 años ya de aquella sangrienta tarde en la Plaza de las Tres culturas, en Tlatelolco. 43 años que México no olvida, y año con año conmemora esta fecha. Algunos lo vivieron, y ellos se lo cuentan a sus hijos y nietos, otros leen libros y artículos o ven videos y así es como se enteran, y entonces tal evento sacude su mente y sienten impotencia y rabia por tal hecho histórico, y aunque no lo vivieron, ahora lo sienten, y al analizar su presente saben que las cosas no han cambiado mucho, y se dan cuenta de que fue sangre derramada hasta la fecha en vano, porque las exigencias que esos jóvenes pedían fueron aplastadas por la prepotencia de un Estado terrorista que sigue en pie, sembrando más y más terror.

Hoy, a 43 años de que cientos de jóvenes, niños y ancianos, hombres y mujeres sintieron las balas que supuestamente cuidaban de su seguridad, atravesar sus cuerpos, 43 años de que otros cientos quedaron pasmados por tales escenas, miles de personas en todo el país continuamos la lucha de aquellos que dieron su vida por un México mejor. Ellos pedían que salieeran las fuerzas armadas de las instalaciones educativas, nosotros pedimos que desalojen las calles, ¡que regresen a su cuartel!

Aquella vez el pretexto era la «amenaza comunista», hoy, «la guerra contra el narcotráfico». Pero habemos quienes no nos tragamos tales cuentos y no nos dejamos engañar por sus viles mentiras. Habemos quienes nos damos cuenta de que son pretextos para poder mantener a sus mercenarios guardianes controlando la pasividad y conformismo del rebaño.

Los estudiantes de hoy tenemos muchos parecidos a los del 68, también tenemos sueños, también tenemos metas y objetivos que cumplir, también queremos vivir, pero vivir bien, con dignidad. Sin embargo a los de hoy nos hace falta continuar las luchas que iniciaron aquellos, construir la justicia y hacer pagar a los culpables y a sus sucesores que siempre han solapado el crimen. Para ello la memoria histórica es fundamental, porque es una trascendental herramienta para la victoria de las luchas sociales.

¡Unete pueblo!, decían los estudiantes del 68, ¡Unete Pueblo, no nos abandones!, pedían por la justicia y muchos recurrieron a sus llamados, pero alguien hizo callar sus demandas y hoy México no olvida, y sentimos el dolor de aquellos que cayeron y de aquellos a quienes les arrebataron a sus hijos. A quién no conmueve aquella fotografía de La noche de Tlatelolco en la que algunas mujeres llevan una manta que decía: «Las madres mexicanas apoyan a sus hijos», y después se los mataron.

Por eso hoy recordemos y hagamos recordar a los que ya olvidaron que la lucha sigue y que queremos justicia. Hagamos que se les retuerza la consciencia a los asesinos, hagamoles ver que no los vamos a dejar en paz, porque no se lo merecen.

PORQUE EL COLOR DE LA SANGRE JAMÁS SE OLVIDA, LOS MASACRADOS SERÁN VENGADOS, VESTIDOS DE VERDE OLIVO, POLÍTICAMENTE VIVOS. NO HAS MUERTO, NO HAS MUERTO, NO HAS MUERTO CAMARADA, TU MUERTE, TU MUERTE, TU MUERTE SERÁ VENGADA.

2 DE OCTUBRE ¡NI PERDÓN NI OLVIDO!
Colectivo Miserables Libertarios.

Asiste a la jornada conmemorativa de actividades.

Jornada conmemorativa por los 43 años de la masacre de Tlatelolco

23 septiembre, 2011

 

49 aniversario de la muerte de Rubén Jaramillo

22 mayo, 2011

El día de hoy, 22 de mayo del 2011, se llevó a cabo una marcha conmemorativa para hacer memoria al señor Rubén Jaramillo, muerto el 23 de mayo de 1962. Ese día, un grupo de judiciales y militares invadieron la casa de Jaramillo cuando éste apenas regresaba de trabajar, y sacaron de ahí a Rubén junto con toda su familia, que incluía a su esposa y tres hijos. Unas horas más tarde, sus cuerpos fueron hayados sin vida en Xochicalco.

Rubén Jaramillo fue un gran luchador social que siempre se preocupó por el bienestar de su pueblo, de su gente. Desde joven, se unío al ejercito libertador del sur, al mando del General Emiliano Zapata. Cuando éste último murió, Jaramillo continuó su lucha al ver que la explotación hacia los campesinos continuaba en el estado de morelos y gracias a sus luchas se consiguieron varias conquistas para el campesinado morelense.

Desgraciadamente fue asesinado cobardemente por mercenarios, esto en complicidad con el mismo gobierno que le había dado amnistía. El crimen quedó impune, como todo crimen de estado, por eso hoy, recordamos a este hombre que luchó por mejores condiciones de vida para su pueblo y que por eso fue borrado del panorama.

La marcha-cabalgata de este día, partió del pueblo de Tetelpa Morelos, con un pequeño pero enérgico grupo que pasó por la ciudad de Zacatepec y de ahí se dirigió a Jojutla. Un gran número de contingentes se unieron en la ciudad de Jojutla, de donde la marcha se dirigió a Tlaquiltenango, pueblo natal de Rubén Jaramillo. Se visitó el lugar en donde él y su familia fueron sepultados y, finalmente se realizó un evento cultural-político en el zócalo de Tlaquiltenango.

¡Jaramillo y Zapata viven, La lucha sigue y sigue! – Porque la memoria es un estado mental primordial para el progreso de los pueblos y para que sus luchas no decaigan.

Los despreciados filósofos en el mundo antiguo, pero todavía en el mundo actual

17 diciembre, 2010

Los filósofos, amantes de la sabiduría y de la verdad, han sido desde su aparición en la Grecia clásica, despreciados, y en ocasiones hasta condenados por el hecho de ejercer una profesión de “locos”. Se han encargado desde su aparición de asuntos relacionados con las grandes preguntas de la humanidad. En sus inicios, la principal preocupación de los filósofos fue, explicar racionalmente el mundo, su formación y su conformación.

El primer filósofo fue Tales de Mileto (639 – 547 a.C.), y desde este primer hombre dedicado a la filosofía, el menosprecio hacia ellos ha sido evidente. Así lo cuentan algunas anécdotas: «se dice que una aguda y graciosa esclava tracia se burló de Tales, porque, mientras observaba las estrellas y miraba hacia arriba se cayó en un pozo; ávido por observar las cosas del cielo, le pasaban desapercibidas las que estaban detrás de él y delante de sus pies»1.

Y otra más dice que «cuando, por su pobreza, le reprochaban que la filosofía era inútil, tras haber observado por el estudio de los astros que iba a haber una gran producción de olivas, se procuró un pequeño capital, cuando aún era invierno, y que depositó fianzas por todas las presas de aceite de Mileto y Quíos, alquilándolas a bajo precio porque nadie licitó contra él. Cuando llegó el momento oportuno, al ser muchos los que a la vez y de repente las pedían, las iba alquilando al precio que quería y reunió mucho dinero, demostrando así que es fácil a los filósofos enriquecerse, si quieren, pero que no son las riquezas lo que les interesan»2.

Con estas anécdotas, podemos darnos cuenta de que primeramente los filósofos eran mal vistos porque en vez de estar atentos a las cosas que sucedían en la tierra, se preocupaban más por cómo o por qué sucedían tales cosas. Lo cual, para las personas normales, era una actividad improductiva y que además, al no estar atentos al mundo terrestre estaban más expuestos a pasar malos ratos por pasar desapercibidos de lo que había alrededor.

Con el paso del tiempo, la filosofía evolucionó y los filósofos comenzaron a hacerse otro tipo de preguntas. Surgieron nuevas dudas y campos de estudio de interés para la filosofía más relacionados con la humanidad que con la conformación del mundo. Temas relacionados con la justicia y el bien fueron las principales preocupaciones de los filósofos de la época socrática, de la cuál Sócrates (470 – 399 a. C.) fue el mayor exponente, y de quien tenemos albergado la mayor parte de su conocimiento en los diálogos platónicos.

Sócrates fue uno de esos filósofos condenados a muerte por las leyes atenienses. Sócrates fue un filósofo que utilizaba la dialéctica3 para tratar de conocer, de llegar a la sabiduría, a la verdad. Él acostumbraba ir en busca de los sabios de la polis4 para entablar conversaciones. Ponía en práctica el diálogo con políticos, sofistas, artesanos y con todo aquel considerado virtuoso o sabio en la polis ateniense.

Él fue acusado y le hacen «culpable, por corromper a los jóvenes, porque no cree en los dioses del Estado, y porque en lugar de éstos pone divinidades nuevas bajo el nombre de demonios»5. En realidad, Sócrates fue acusado porque a lo largo de sus entrevistas con los supuestos sabios de la polis, fue demostrándoles que en realidad no eran sabios y que su supuesta sabiduría era sólo doxa6. Así, haciéndoles ver que no eran sabios, demostrándoles sus equivocaciones fue haciéndolos de él, enemigos, fue creando rencor hacia él.

Sócrates fue pues un verdadero parresiastés. Y Es de hecho así como deben serlo todos los filósofos si lo que buscan y aman es la verdad y la sabiduría. «El parresiastés no sólo es sincero y dice lo que es su opinión, sino que su opinión es también la verdad. Dice lo que él sabe que es verdadero. La segunda característica de la parresía7 es, entonces, que hay siempre una coincidencia exacta entre creencia y verdad»8, así como la hay entre teoría y praxis9.

Según Michel Foucault, en su libro Discurso y verdad en la antigua Grecia, «alguien utiliza la parresía y merece consideración como parresiastés sólo si hay un riesgo o un peligro para él en decir la verdad (…) Cuando un filósofo se dirige a un soberano, a un tirano, y le dice que su tiranía es molesta y desagradable porque la tiranía es incompatible con la justicia, entonces el filósofo dice la verdad, cree que está diciendo la verdad y, más aún, también asume el riesgo»10.

Sócrates asumió el riesgo de generarse enemigos, y no simples enemigos, sino aquellos que eran los sabios y educadores de la polis, principalmente los sofistas, quienes bien sabía que podrían condenarlo. El parresiastés debe siempre decir la verdad, sin importar que esa verdad pueda resultar una ofensa para el interlocutor. Y aunque Sócrates sabía que sacar de la opinión a sus interlocutores era algo benéfico para ellos, ellos persuadidos por el coraje y enojo que les causaba Sócrates al desocultar su ignorancia, llegaron a odiarlo.

Los sofistas, en la antigua Grecia al parecer fueron los principales opositores de los filósofos. ¿quienes eran los sofistas? Eran los educadores del pueblo, el sofista «es el conocedor de las cosas sabias»11. Sin embargo, los filósofos como Sócrates se contraponen a los sofistas y su método, la retórica, como un método que persuade al pueblo. El mismo Georgias así lo afirma en el diálogo que lleva su nombre hablando así de la retórica: «(…) es el mayor bien; y les procura la libertad y, a la vez permite a cada uno dominar a los demás en su propia ciudad. (…) Ser capaz de persuadir, por medio de la palabra, a los jueces en el tribunal, a los consejeros en el Consejo, al pueblo en la Asamblea y en toda otra reunión en que se trate de asuntos públicos»12.

Es decir, los sofistas no perseguían la sabiduría ni buscaban la verdad, simplemente trataban de persuadir para dominar y para ganar dinero. Entonces, aparentemente eran maestros de sabiduría, mientras que los filósofos por otro lado son, amantes de la sabiduría y de la verdad. Es por eso que unos con otros aparecían en constantes discusiones durante la Grecia antigua.

La actividad filosófica no es una actividad que busque la riqueza para quién a ella se dedica. Los filósofos se dedican a tal actividad por el hecho de que aman la sabiduría, sin embargo, no se procuran de ella para vivir con comodidades y lujos. Como ya lo mencioné anteriormente, los filósofos también eran despreciados por dedicarse a una actividad aparentemente improductiva. Así, los sofistas también tachaban a los filósofos de conformistas, pero también los tachan de inútiles, pues al parecer la filosofía busca la verdad, pero nunca la encuentra. Para los sofistas pues, la filosofía es como un juego que ayuda a pensar, que complementa la educación, pero éste es un juego propio de la niñez, pues los niños justamente no tienen obligaciones y pueden libremente entretenerse con la filosofía; pero cuando se llega a la edad adulta, uno ya no debe dedicarse a la filosofía, pues ya se tienen obligaciones y responsabilidades respecto a la polis y éstas se deben cumplir realizando alguna actividad productiva.

En el libro seis de La República de Platón, el Sócrates platónico que dialoga aquí se enfrenta con la situación de demostrar porque razón los filósofos son despreciados. Según el texto, los filósofos son como los enamorados respecto al objeto de su amor, pues aman todo lo que afecta a tal instancia. Al mismo tiempo, le tienen pánico a la mentira, pues la mentira es contraria a su objeto amado, a la verdad. Según Sócrates, estos hombres (los filósofos), virtuosos y amantes de la verdad y sabiduría, son quienes deberán gobernar en la república y con su argumentación convence. Pero al tomar Adimanto la palabra le dice: «Sócrates, nadie puede negarte la verdad de lo que acabas de decir, pero esto es lo que siempre sucede a quienes conversan contigo. Piensan que porque no conocen el arte de preguntar y responder, poco a poco son conducidos al error por medio de una serie de preguntas cuyas consecuencias no ven de inmediato, pero que ligadas las unas a las otras, terminan por creer exactamente en todo lo contrario que habían creído en un principio. (…) es imposible oponer algo a tus preguntas en particular, pero si la cosa en sí se examina, podemos ver que quienes se dedican a la filosofía, no sólo los que lo hacen en su juventud para completar su educación, sino los que envejecen en ese estudio, son en su mayoría extraños y miserables, por no decir algo peor, y en cambio los más capaces se vuelven inútiles para la sociedad por haberse dedicado a este estudio que tanto elogias»13

Sócrates, para demostrar la utilidad de los filósofos en la sociedad, responde haciendo una comparación: «Imagínate al capitán de una nave (…) Más grande y más fuerte que el resto de la tripulación, pero algo sordo, miope y con poco conocimiento del arte de la navegación; además, los marineros se disputan el timón, sin que ninguno de ellos posea conocimientos náuticos (…) argumentando que es una ciencia que no puede aprenderse (…) Los excluidos matan y arrojan al mar a los que han sido elegidos, después emborrachan al capitán y le causan sueño (…) Se adueñan del navío, se echan sobre las provisiones, comen y beben en exceso, y dirigen la embarcación como sólo tales individuos podrían hacerlo (…) Por otra parte, no saben lo que es un piloto y que para serlo, deben conocer con exactitud el clima, las estaciones, el cielo, los astros, los vientos y todo lo relacionado con este arte; y en cuanto al talento de dirigir una nave, la tripulación se oponga o no, no creen posible unir a él los conocimientos del pilotaje. ¿Qué idea consideras que se tiene, en estas naves, sobre el verdadero piloto? Los marineros que yo describo, ¿no le tendrán como hombre inútil y visionario que pierde su tiempo contemplando los astros? (…) No creo que sea necesario demostrarte que este cuadro es la imagen fiel del trato que reciben los verdaderos filósofos en los Estados»14

Siendo así, concluyo haciendo una observación resumida y generalizada de todos los puntos descritos en el documento. Los filósofos son personas amantes de la sabiduría y de la verdad. Ellos son verdaderos parresiastés, es decir, tienen coherencia entre su teoría y praxis, al igual que tienen concordnacia entre su doxa y episteme15, y que encima de todo asumen un riesgo al comportarse, decir y actuar como tal. Amantes del conocimiento y enemigos de la mentira pues, son los filósofos, y éstos, se han ganado el desprecio o menosprecio, y condena de la sociedad por ser aparentemente inútiles, por no realizar actividades productivas y por pasarse la vida jugando a encontrar una verdad que nunca encontrarán. Además, al ser sinceros en su búsqueda de la verdad, se ven en la necesidad de decir a sus interlocutores lo que ellos creen que es la verdad, y en muchas ocasiones, a la gente no le gusta escuchar sus verdades, más aún, muchos se sienten ofendidos. Al sentirse ofendidos, toman enemistad hacia quien les ha hecho ver esa verdad que no querían ver y los condenan.

Sin embargo, como nos hace ver Platón en el libro seis de La República, con la comparación de la sociedad con la embarcación, los filósofos tienen la fórmula para hacer andar la sociedad correctamente, pues ellos se dedican a observar el mundo, a indagar por los problemas de la sociedad, a tratar de descubrir por qué y cómo son las cosas. Es decir, racionalizan el mundo, lo estudian, y gracias a ese estudio encuentran soluciones para mejorarlo; sin embargo, por ignorancia será que el resto de la sociedad ve esta actividad de analizar el mundo como una actividad inútil, pues no ven productividad alguna en analizar, y digo que es ignorancia porque por lógica y racionalidad debemos tener en cuenta que, para solucionar algo, primeramente debemos buscar la raíz del problema, es decir, analizar el problema. Peor aún es para los tiranos o gobiernos totalitarios la actividad de los filósofos, pues en su caso, son los filósofos quienes pueden poner en duda el funcionamiento de su gobierno, con lo cual, se arriesga su poder y riqueza, por lo cual, tienen una constante guerra contra los filósofos.

Bien puedo citar aquí palabras de Mary Midgley en su obra Delfines, Sexo y Utopías, en donde compara a la filosofía con el oficio de la fontanería. Dice: « Los he comparado en varias ocasiones con la pretensión de subrayar la idea de que filosofar no sólo es algo sublime, elegante y difícil, sino también necesario. (…) La fontanería y la filosofía son actividades que surgen debido a que culturas complejas como las nuestras cuentan, bajo su superficie, con un sistema bastante intrincado que por regla general pasa inadvertido, pero que aveces no funciona adecuadamente. En ambos casos, esto puede tener graves consecuencias. Cada sistema satisface necesidades vitales de quienes viven por encima de él. Resulta difícil arreglarlos cuando fallan, ya que ninguno de los dos se diseñó conscientemente para operar como un todo. (…) Cuando aparece algún problema, se precisa una técnica especializada, si es que se pretende tener alguna esperanza de localizarlo y corregirlo. Aquí, sin embargo, nos topamos con la primera diferencia acusada entre los dos casos. En lo tocante a la fontanería, todo el mundo acepta la necesidad de especialistas cualificados. En materia de filosofía son muchos los que no sólo ponen en duda esta necesidad, sino que a menudo se muestran escépticos sobre la propia existencia de un sistema subterráneo. Cuando los conceptos con los que vivimos funcionan mal no suelen gotear ruidosamente desde el techo ni inundar el suelo de la cocina. Sólo distorsionan y obstruyen silenciosamente nuestro pensamiento. A menudo no somos conscientes de este oscuro mal funcionamiento en la misma medida en que lo somos del malestar producido por un continuo mal olor o un resfriado que avanza lentamente. Claro que podemos quejarnos de que la vida nos va mal, de que nuestras acciones y relaciones no marchan como queremos. Pero puede resultar muy difícil darse cuenta de por qué ocurre, o qué hacer al respecto. Nos es más fácil buscar el origen del problema fuera de nosotros mismos. (…) Nuestra atención se dirige de forma natural hacia afuera, hacia los defectos del mundo que nos rodea. Darle la vuelta al pensamiento para poder observase a sí mismo críticamente es bastante difícil. Esta es la razón por la que, en cualquier cultura la filosofía ha tenido un desarrollo relativamente tardío»16.

La filosofía, la compara Platón con el arte de navegar y la compara Midgley con el oficio de la fontanería. En ambos caos se cree que la filosofía no es necesaria, pues para resolver problemas se evita la situación de analizarlos, en cambio, simplemente nos dejamos llevar por la situación, buscamos culpables en vez de buscar soluciones y así, el problema va creciendo hasta que todo se derrumba.

En la actualidad, los filósofos siguen siendo menospreciados, tachados de inútiles y miserables. El mundo de hoy es un caos, las personas viven cómodamente en el mundo capitalista, pero esa vida cómoda que llevan acarrea ciertas consecuencias que la gente común no quiere ver, o como Midgley lo dice, buscan al culpable en el exterior. Hace falta en la población ese sentido crítico que la filosofía proporciona, pero como la filosofía es una actividad “inútil e improductiva”, nadie quiere practicarla y de hecho, hay una guerra en la que intentan desaparecerla de la educación. Así, la raíz de los problemas sigue pasando desapercibida y hay pocos filósofos que los analicen, y a quien los analiza, nadie los quiere escuchar o en el peor de los casos, quieren silenciarlos.

Así, desde el mundo antiguo en que nació la filosofía hasta el día de hoy, los practicantes de esta “profesión de locos”, han sido y son despreciados y condenados, a pesar de que su único delito sea, procurar el bien para todos, la virtud y la verdad.

1Los filósofos presocráticos, G. S. Kirk, J. E. Raven Y M. Schofield, Pag. 91

2Los filósofos presocráticos, G. S. Kirk, J. E. Raven Y M. Schofield, Pag. 92

3En la epistemología platónica es el proceso o método de conocimiento que nos va a garantizar el conocimiento absoluto de las ideas supremas. Está basado en el diálogo de preguntas cortas y respuestas cortas.

4La denominación dada a las ciudades estado de la antigua Grecia.

5Apología de Sócrates, Platón, Pag. 16

6Doxa (δόξα) es una palabra griega que se suele traducir por ‘opinión’.

7Traducida normalmente al castellano por «franqueza».

8Discurso y verdad en la antigua grecia, Michel Foucault, Pag. 39

9Praxis es el proceso por el cual una teoría o lección se convierte en parte de la experiencia vivida. Es decir, llevar a la práctica la teoría.

10Discurso y verdad en la antigua grecia, Michel Foucault, Pags. 41, 42

11Protágoras, Platón, Pag. 509.

12Gorgias, Platón, Pag 32.

13La república, Platón, Pag. 224.

14La república, Platón, Pag. 226

15Ciencia. Algo pasa de ser doxa a episteme cuando está rigurosamente argumentado.

16Delfines, Sexo y utopías, Mary Midgley, Pags. 13, 14.

Bibliografía:

  • Platón, Apología de Sócrates, Editorial Concepto S.A., México, D.F., 1985.
  • G. S. Kirk, J. E. Raven Y M. Schofield, Los filósofos presocráticos, Editorial Gredos.
  • Platón, Protágoras, Editorial Gredos.
  • Platón, Gorgias, Editorial Gredos.
  • Platón, La República, Grupo Editorial Tomo, S. A. De C. V., México D. F. 2008.
  • Foucault ,Michel, Discurso y verdad en la antigua grecia, Paidós, Buenos Aires, 2004.
  • Midgley, Mary, Delfines, sexo y utopías, Fondo de cultura económica, Gráficas Palermo, Madrid, 2002.