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La imposición de la historiografía en la cultura occidental.

9 diciembre, 2013

La ciencia de la historia, o podríamos decir, la historiografía, específicamente la historiografía estudiada y conformada por los historiadores de la cultura occidental, es una ciencia que tiene y da mucho de qué hablar al analizarla desde una perspectiva filosófica, es decir, cuando se hace filosofía de la historia.

 Si bien “la historia” (entendida la historia como la ciencia que se dedica al estudio de los hechos) es aceptada y reconocida por la gran mayoría como cierta, como una verdad universal. De algún modo podemos llegar a pensar que esa manera de concebir las cosas parte de una imposición, misma que parte de una serie de intereses, los cuales pueden ser ideológicos, sociales, políticos y hasta económicos por parte de aquellos que han hecho esa historia.

 ¿Y quienes han hecho la historia? La respuesta es fácil y sencilla, fácil de intuir, pero más aún, repetida la respuesta infinidad de veces. Las historias las hacen los vencedores de los conflictos, y como la historia es un conjunto de historias entrelazadas entre sí, tenemos que la historia en general está escrita por los que han vencido en los diferentes conflictos que han dado paso a que haya historia, los que han resultado triunfantes de aquellos cambios que el mundo ha tenido.

Sin duda alguna existe la historia tal cual, los hechos que a lo largo del tiempo realmente han sucedido. Y existe también aquello de lo que hemos hablado en estos primeros párrafos, la ciencia que estudia esos hechos, a lo que también solemos llamar historia. No necesariamente ambas coinciden, o al menos no coinciden por completo. A veces nos cuentan ciertas personas cercanas a nosotros historias que les han sucedido, o cosas de las que han sido testigos, y que sin embargo, nunca hemos visto, y seguro no veremos escrito en los libros que nos aseguran contarnos la historia.

 Los libros de historia parecen estar orientados al estudio de aquellos hechos históricos que han trascendido, que han sido importantes de alguna manera para la humanidad; sin embargo, ¿quién ha determinado lo que puede ser o no importante para la humanidad? ¿quién decide pues lo que ha de aparecer en los libros de historia? Y ¿qué criterios usan para hacer semejante selección?

 Podemos aceptar y reconocer sin mayor problema la imposibilidad de capturar la totalidad de la historia, es más, no podríamos siquiera hacer un recuento de lo que ha sucedido en el último segundo de tiempo en todo el mundo. La cantidad de procesos, hechos, reacciones, movimientos, cambios, etc., es infinita que resulta imposible para seres finitos como lo somos los humanos hacer semejante recapitulación de hechos. Y menos podríamos hacer esa recapitulación cuando nos damos cuenta que cada instante que pasa es un instante de historia más.

 Todo es historia, el mismo presente es ahora historia, porque en el momento en que se enuncia o se piensa es algo que ya pasó. El presente en ese sentido no existe más que como ente metafísico, al igual que el futuro, el cual es incierto. Lo único certero que puede existir es la historia, aunque suele contarse mutilada o distorsionada de acuerdo a ciertos intereses que ya mencionamos. La historia como tal, los hechos que forman esa historia, pasaron como pasaron y eso es lo certero, lo que nadie puede cambiar.

 Pero seguimos con las cuestiones, quiénes y por qué deciden lo que ha de contarse como la historia “oficial”. Por ejemplo, es muy interesante leer la investigación de Martin Bernal, la cual titula Atenea Negra, y en la que habla en su primer volumen de la invención de la antigua Grecia. Según su tesis existen dos modelos de la historia de Grecia, y se habla específicamente de la antigua Grecia porque es lo que lo que occidente considera la cuna de su cultura.

 Los dos modelos son el ario y el antiguo. El primero considera que Grecia es esencialmente europea o aria, el segundo la ve como una civilización medio-oriental, situada en la periferia del área cultural egipcia y semítica. Bernal ha encontrado evidencia de que los griegos siempre consideraron el modelo antiguo como la base histórica de su cultura; sin embargo, a mediado del siglo XIX se impuso y desarrolló el modelo ario como si fuera la verdadera historia de Grecia, sin considerar ya ningún aspecto del modelo antiguo que hasta entonces había sido reconocido oficialmente como la historia.

 Hubo un cambio de paradigma respecto a lo que se consideraba como la historia oficial, puede decirse, hubo un cambio de la ciencia normal1. La historia de Europa está hundida en la ideología del racismo, del antisemitismo y del desprecio a las otras culturas. Lo africano es bajo respecto a lo europeo, el semitismo es inferior al cristianismo, y sin embargo, la tradición antigua afirmaba que el mundo europeo tenía esas raíces. Por eso la “casta aria” parece haberse visto en la necesidad de crear esa nueva historia la cual afirmara que el origen de su cultura era la Europa misma y no una venida de lo que ellos consideraban como inferior.

 Lo que sucedió entonces es que hubo un cambio de paradigma respecto a lo que entendemos como la ciencia que estudia la historia. La historia misma no cambio, los hechos que sucedieron siguieron siendo los mismos, con las mismas características y rasgos, pero fueron vistos y tomados a partir de ese entonces desde otra perspectiva, desde otra manera de ver las cosas. Kunh mismo reconocía así los cambios de paradigma, cuando suceden, no es que las cosas o fenómenos empiecen a funcionar de otra manera, sino que simplemente se cambia la manera en que se ven, entienden y comprenden. La historia en sí entonces no cambio, sino que cambio el discurso sobre cómo entenderla y concebirla.

 Pero ¿cómo pudo adaptarse toda una cultura a entender las cosas de una manera distinta a como lo habían entendido hasta entonces? La educación que en las distintas sociedades se recibe tiene una importante implicación en tal hecho. Martin Bernal dice:

Lo corriente es que los estudiantes sean introducidos poco a poco en las materias que se disponen a trabajar, como si fuera un misterio que se les va desvelando gradualmente, de suerte que, cuando llega el momento en en que están en condiciones de ver su campo de estudio en su integridad, se hallan tan embuidos de prejuicios y esquemas de pensamiento convencionales, que les resulta prácticamente imposible poner en cuestión las premisas más elementales.2

Así, podemos ver como es que generalmente las disciplinas dadas están ya determinadas por una serie de características que se predisponen para aprender, las cuales manejamos de acuerdo a como se han determinado las cosas y por lo tanto, sólo obtenemos los resultados ya conocidos de antemano.

 El modelo ario fue en algún momento de la misma historia sacado a la luz, a pesar de que de él nunca antes se había oído hablar, se introdujo en los programas de estudio de las sociedades occidentales y la ciencia de la historia cambio totalmente. En ese sentido no podemos decir que tenemos una noción del todo certera acerca de cómo han transcurrido los hechos de nuestro pasado, sino que esos hechos han sido trastocados y arreglados a manera de la conveniencia para cierto tipo de tradiciones y aspectos sociales.

 Siempre se nos habla y se dice que la cuna de la historia de occidente se encuentra ubicada en la antigua Grecia; pero nada se dice de que antes de Grecia, los egipcios llevaban ya años de civilización y que muchos rasgos de su cultura se han hallado también en los griegos, tal y como Bernal lo asegura en su trabajo. No es difícil imaginar que si ambas culturas comerciaban y tienen aspectos semejantes en sus formas de vida, la cultura griega retomó muchas características de los egipcios si ellos existían en el mundo desde mucho tiempo antes que los griegos.

Es interesante hacer este tipo de análisis y poner en duda o cuestión todos esos aspectos de nuestra historia y nuestra cultura. No porque se nos enseñe que occidente es lo mejor del mundo se ha de dejar por completo de voltear a ver qué más podemos encontrar. Occidente es una cultura joven respecto a otras más que en tal caso, no estaría nunca de más analizarlas y ver, tal como lo ha hecho Bernal, que muchas cosas que consideramos nuestras pueden provenir de donde menos lo esperemos.

1Tomando como definición de ciencia normal lo que Thomas S. Kuhn consideró en su obra La estructura de las Revoluciones científicas: La investigación basada firmemente en uno o más logros científicos pasados, logros que una comunidad científica particular reconoce durante algún tiempo como el fundamento de su práctica ulterior.

2Atenea Negra, Volumen I, La invención de la antigua Grecia, Barcelona, CRÍTICA, p. 31.

Calaveras 2013.

31 octubre, 2013

A Dana.

Se encontraba Danita de Floja

viendo la tele sin estudiar

cuando se le aparece la muerte

que pal panteón se la quiso llevar.

No me lleves Dana le dijo

pues soy muy latosa y no me vas a aguantar

pero tomando el riesgo la muerte

cargando a Dana empezó a caminar.

Pegó de chillidos Danita

pensando que la muerte la iba a soltar

pero al ver que no lo hacía

con ella empezó a platicar.

Ya callate le dijo la muerte

que no soporta oir niños hablar

pero al ver que con nada la callaba

la muerte se empezó a irritar.

Por fin la muerte soltó a Dana

pues ya no pudo más soportar

la vocecita de una perika

que en la calle volvió a llorar.

A Alma.

Jugaba Alma con el celular

y el face no paraba de revisar

cuando le aparece un nuevo mensaje

de que su día ya iba a llegar.

El remitente era la muerte

que por el face a Alma hayó

y como vio que no lo dejaba

por eso mismo la amenazó.

En unos días te mando tu pase

dijo la muerte con emoción

que por el face le aseguraba

esperarla anciosa en el panteón.

No me lleves suplicó Alma

porque a mis hijas debo cuidar

pero la muerte con su arrogancia

ni una palabra quería escuchar.

Aventó el Celular Alma

y ya nunca lo quiso agarrar

pues no quería recibir el pase

que la muerte flaca iba a mandar.

A Kety.

Bajaba Kety de su recámara
todavía zombi por la escalera
a las cuatro de la madrugada
y se le apareció la calavera.

Estoy soñando Kety pensó
y no me das miedo le aseguró
pero al acercarce el esqueleto
de gritos y brincos Kety pegó.

Por la escalera Kety rodó
y al llegar al suelo cuenta se dió
que de su boca sangre salía
pues ahí un diente se le cayó.

Fue tan grande su coraje
que a la calaka Kety golpeó
y la arrojó por la escalera
y los dientes también le tumbó.

Una costilla rota quedó
y un oyo en el craneo se le formó
y la dentadura de la muerte Kety tomó
para reponer lo que ella perdió.

Salió la calaka por la ventana
huyendo de miedo y de dolor
pues no imaginó que Kety enojada
se vuelve mujer sin compasión.

A Jair.

Portaba Jair su uniforme

del cruz azul su ekipo de futbol

para que todos se dieran cuenta

de lo importante de su afición.

Pero al verlo pasar la muerte

quiso llamarle la atención

pues a ella no le gusta ese ekipo

y a Jair amenazó.

Has de quemar tu uniforme

la muerte le exigió

es la opción que te doy ahora

si no te llevo para el panteón.

Muy indignado responde Jair

estás toda tonta para pensar

que por el miedo que te tengo

mi uniforme voy a quemar.

Corrió Jair con gran fuerza

y la muerte lo quiso alcanzar

pero al ver que era imposible

dejó a Jair escapar.

Las tecnologías de la información como el método más eficaz de control humano y las alternativas comunitarias que mantienen la libertad de usuario

26 marzo, 2013

“Nada nos libera tanto como la tecnología. Nada nos esclaviza tanto como la tecnología”1. Así da inicio Naief a la introducción de su obra Tecnocultura, y un par de párrafos más adelante dice: “la tecnología puede ser considerada como una autopista hacia la realización completa del ser humano o como un laberinto de espejos”2. Contrastantes declaraciones, pero interesantes de analizar. Hoy en día vemos que nuestras sociedades se guían por el desarrollado avance tecnológico que los científicos han llevado bastante lejos. Al día de hoy, es difícil pensar nuestra vida sin tecnología. Qué sería de muchos de nosotros sin una computadora, sin un teléfono móvil, sin una cámara digital, sin redes inalámbricas en donde podamos conectar todos esos artefactos a la vez.

Hemos nacido en un mundo tecnologizado a tal grado que, llegamos a creer (en especial las más jóvenes generaciones) que todos estos dispositivos tecnológicos que nos rodean son inherentes a nuestra vida, que son necesarios y que nunca deben faltarnos. Un simple celular, el cual su función principal es comunicarse, hoy nos puede servir para una infinidad de cosas, además de hacer llamadas, enviar mensajes de texto, tomar fotos, videos, llevar nuestra música favorita a todas partes, agendar nuestras actividades, recibir noticias, hacer cálculos matemáticos, etc. Un montón de artefactos en uno solo. ¿Cuándo nuestros abuelos, e incluso nuestros padres se imaginaron esto hace algunas décadas?

Lo destacable aquí es que, nuestras vidas parecen depender de la tecnología, ya que hacemos uso de ella para tantas actividades, consecuencia del mismo hecho de que en ella encontramos tantas herramientas «útiles». Para muchos, olvidar el celular es sentirse frustrados a cada momento, pues atrapa al individuo una especie de terror, a la incomunicación, a estar desinformado de lo que pasa en el mundo, a no poder captar aquellos momentos tan importantes… Nuestros artefactos nos facilitan y nos brindan tanta comodidad en nuestra vida diaria que, nos hemos acostumbrado tanto a ellos que cuando nos faltan nos sentimos incompletos.

Es entonces cuando las palabras de Naief toman sentido, pues mientras por un lado la tecnología nos libera, pues nos ahorra mucho trabajo que tendríamos que hacer manualmente y con más dedicación a cada momento, nos evita tantas fatigas, tanto tiempo, nos facilita lo que hacemos en cada momento, por el otro, parece que de la misma manera nos esclaviza, pues de alguna manera nos sentimos sus siervos, ya que sin ella creemos no poder vivir, sin ella sentimos no poder avanzar, no poder realizarnos, no poder trabajar, e incluso, no poder entretenernos. Y por esa paradoja podemos llegar al otro par de afirmaciones, la tecnología ciertamente puede ser considerada como una autopista hacia la realización del ser humano, ya que ella nos permite realizar nuestros trabajos con más facilidad, con más rapidez y con más precisión, entre otras ventajas, acelerando y mejorando de esa manera nuestras producciones y nuestra calidad de vida; sin embargo, esta situación puede verse también como un laberinto de espejos, ya que abusar de ella está generando un cúmulo de perjuicios no sólo al género humano, sino a toda la vida que existe sobre la tierra y a la naturaleza entera. Dependemos de la tecnología, y por conseguirla nos esclavizamos solos, y esclavizamos a otros. Además, explotamos a la naturaleza, la exprimimos con tal de generar mejores tecnologías, y con esas mejores tecnologías, intensificamos la explotación y el dominio sobre todo, vidas y cosas.

Pero casi nadie se da cuenta de las graves implicaciones que tiene abusar del uso de todos los inventos que la ciencia nos proporciona. En general, los individuos piensan que la tecnología es lo mejor que nos puede suceder, y apoyan a cada instante su desarrollo. Se espera con emoción la salida de nuevas versiones y/o modelos de nuestros artefactos o programas favoritos, pues soñamos constantemente con esas nuevas funciones que tendrán, esas nuevas comodidades que nos traerán; lo que pocos se detienen a analizar es, las implicaciones de todas esas novedades, el impacto que tendrá en la sociedad y en la naturaleza.

Pero analicemos semejante situación con más detenimiento. ¿Qué es en esencia la tecnología? Según la definición de Naief, “es una colección de instrumentos inanimados para fines específicos”3. Sin embargo como he mostrado anteriormente con el ejemplo del celular, un solo artefacto puede tener múltiples fines. En ese sentido podemos retomar las palabras de Naief, cuando asegura que “la tecnología ha demostrado ser expansiva, mutable y en ciertos casos parecería una fuerza con vida propia, capaz de engendrar fenómenos inesperados”4, ya que cuando tenemos un artefacto, buscamos generalmente aquel que tenga el mayor número de funciones, el que nos pueda resolver el mayor número de «necesidades», por lo que después, se nos hace la vida casi irrealizable si nuestro artefacto nos hace falta, pues nos saca de tantos problemas y apuros que resulta indispensable para nuestras actividades diarias, ya que la tecnología ha penetrado en todos los ámbitos de la vida, incluso para actividades sencillas de realizar manualmente.

En ese caso, resulta más convincente y certera la segunda definición que el Naief brinda:

“La tecnología es también un proceso que ha logrado penetrar en todos los ámbitos de la vida y la cultura, adquiriendo enorme complejidad, volviéndose un fenómeno aparentemente autónomo y fuera de control, que se rige con una lógica de sustitución compulsiva de productos y de consumo voraz”5

Cuando el uso de la tecnología alcanza ese nivel de esencia en una sociedad, es cuando podemos decir que pareciera una fuerza con vida propia, ya que domina en cada una de las actividades sociales e impone en cierta forma maneras de vida, pues los individuos y grupos de individuos se adecuan a vivir con ella de manera dependiente a su uso y adquisición, a lo que el profesor de la universidad de Notre Dame, R. L. Rutsty señala que es una tecnocultura6.

Pero la situación va más lejos, ya que, “la relación que podemos establecer con un teléfono celular, una computadora, un auto o una televisión de plasma no puede considerarse meramente utilitaria, sino que va más allá, aproximándose al tipo de emociones que invertimos en nuestros seres queridos”7. Muchas veces tenemos un interés en nuestros objetos que va más allá del utilitario, es decir, nos podemos encadenar a él no simplemente por aquellas necesidades nuestras que va a cubrir, sino que estimamos su posesión por sí misma.

Al parecer lo que nos ha orillado tanto al uso excesivo de la tecnología ha sido que, desde sus inicios justamente nos sirvió para facilitarnos ciertas actividades, de una manera adoptarla como una herramienta “instrumental de la realidad para transformarla, y así adaptar nuestro entorno”8. Sí, adaptar nuestro entorno, y todo de una manera un tanto egoísta del hombre, como si el entorno entero estuviera ahí para que él mismo dispusiera de la manera que quisiera de todo. Si queremos modificar algo, una herramienta nos ayuda a hacerlo si no podemos hacerlo manual, y por eso “percibimos a la tecnología como un remedio infalible, como un poder capaz de reordenar el caos, de imprimir orden a la naturaleza y resolver nuestras ansiedades”9. Somos una especie que no se siente digna de adaptarse a su medio, sino que quiere adaptarlo a él, no nos basta con tantas cosas que el entorno nos da naturalmente, sino que usamos exprimidor (la tecnología) para sacarle más de lo que naturalmente nos brinda. Usamos técnicas diferentes que nos permitan moldear nuestro entorno a nuestro favor, y la técnica como dice Ortega y Gasset, “es lo contrario de la adaptación del sujeto al medio, puesto que es la adaptación del medio al sujeto”10, lo cual asegura inmediatamente, debe hacernos sospechar que esa es una manera de proceder opuesto a los procesos biológicos.

Ahora, hay un tipo de tecnología que Naief en su texto llama «alta tecnología»11, y con ella se refiere a “las tecnologías más recientes y novedosas, a las que ocupan un nivel más alto de desarrollo en determinada área y que también se denominan tecnologías de punta, de vanguardia o de última generación”12, a ella ya me he referido un poco cuando dije que generalmente siempre preferimos tener aquellos artefactos que más funciones nos ofrecen, y es así, porque son lo más novedoso, y por lo tanto, los más «útiles y atractivos».

La alta tecnología ciertamente, tal como asegura Naief, “suele llegar al mercado con una apariencia específica y atractiva: función y estilo van de la mano”13. Y es ahí cuando más se manifiesta la atracción por el objeto mismo más allá de su utilidad. Así se dan hoy en día las cosas cuando nos referimos a las tecnologías de la información, todas aquellas herramientas principalmente que necesitan para su uso redes WAN (Wide Area Network) o redes de área amplia, es decir, redes a que se conectan a todo el mundo o al menos a amplias partes de él, como lo son los diferentes servidores de Internet, pueden ser computadoras o celulares, entre otros artefactos que desconozco sus nombres.

Dice Naief,

la alta tecnología se presenta como deseable y sexi, es una combinación de función y apariencia y no es algo únicamente capaz de resolver problemas prácticos. Un producto de alta tecnología es, por lo menos por un tiempo un objeto valioso en sí mismo, es un símbolo de consumo, capitalismo y estatus que engendra una tecnomanía, una obsesión que no permite ver los problemas que eventualmente presentan las soluciones tecnológicas ni el verdadero costo de la sonambulización de la cultura. Esto se traduce en que perdemos de vista las implicaciones sociales, culturales, morales y políticas de las innovaciones tecnológicas, las que tendemos a ver como neutras e incluso inevitables14.

Y muy acertadamente, la alta tecnología tiene un valor en sí mismo, da estatus, ya que quien la obtiene es reconocido y distinguido entre los demás individuos en la mayoría de los grupos sociales. Las empresas generadoras de tecnologías buscan por ello, dar la mejor apariencia posible a sus productos, pues es un requerimiento importante a la hora que el usuario lo elige. Los usuarios por otro lado sufren una cierta costumbre a su uso que no se detienen a preguntarse las posibles consecuencias que se pudieran generar al actuar de esa manera respecto a los avances tecnológicos, y menos son capaces de pensar su vida sin ellos.

Cuando compramos una computadora por ejemplo, además del objeto físico también consideramos los programas con que la manejaremos. Bien, los instrumentos que utilizamos para informarnos, comunicarnos, trabajar, etc. digitalmente son hoy en día requerimientos básicos para llevar una vida «normal». Ciertamente estas tecnologías resuelven gran parte de nuestras tareas diarias, nos facilitan la vida de una manera impresionante. Pero por otro lado como ya se mencionó, esclavizan nuestras vidas, y según mis reflexiones, lo hacen más allá de su excesivo uso, sino que lo consiguen con el uso simple de ellas.

El software que utilizamos para una computadora, por ejemplo, hay de muchas variedades y para diferentes tareas y generalmente la mayoría de la población está familiarizada con software privado, de código cerrado. Un software es un programa informático que puede tener una o varias funciones específicas determinadas por un código, realizado a base de un lenguaje de programación el cual a su vez se conforma de operaciones lógicas-matemáticas, las cuales hacen funcionar ese software, y las cuales son determinadas por sus programadores, hasta donde sé, humanos.

Sin embargo, ese software, y me refiero al privado, al que la mayoría preferimos acceder, no suele mostrarnos todas sus funcionalidades. El programador puede, si así lo quiere, escribir secciones del programa que sean invisibles para el usuario. Es decir, generalmente nosotros adquirimos un software, un sistema operativo, por ejemplo, el cual nos sirve para poder organizar el resto de nuestros programas y nuestra información. Los sistemas operativos más utilizados son, Windows, MacOS, y Linux en sus diferentes distribuciones. Windows y MacOS son privados, y no permiten a los usuarios acceder al código fuente, es decir a la escritura del programa para ver y conocer sus funcionalidades. Ese secreto del ocultamiento de su código da a pensar que puede haber algo ahí escondido que, podría vigilar cada uno de nuestros movimientos cada vez que encendemos nuestra computadora, siempre, claro está, que estamos conectados a una WAN.

Los fines pueden ser distintos, como por ejemplo, comercializar con nuestra información, o sea, vender nuestros datos a otras empresas comerciales. De la misma manera pueden funcionar todo tipo de programas y utilidades de software privado, como los ejemplos que da Naief, Google entre ellos, el motor de busqueda por la web más utilizado hoy en día por los usuarios de Internet. Con esta herramienta nosotros podemos buscar en la red, lo queramos, todos nuestros intereses, es decir, tecleamos constantemente en una caja de diálogo que captura toda nuestra información y busca en las diferentes páginas web que existen en la red. Pero además, es muy probable, y no dudo que así sea, esa información que introducimos en la caja de texto es enviada a un servidor que almacena millones de datos, los cuales alguna otra utilidad tendrán, como venderlos a diferentes empresas comerciales. Saber qué es lo que la gente prefiere y busca no es de poco interés para el mercado, y de alguna manera servicios aparentemente gratuitos como los que ofrece google deben de ser sustentados.

Pero además del buscador, un sitio como google tiene un montón de servicios, como servidor de correo electrónico, chat, servicio de blog, un “ojo en el cielo”, como lo menciona Naief15, refiriendose a Google Earth, y algo que parece estarse adelantando más que el resto de los servicios, su red social Google+. Google está obteniendo bastante poder sobre sus usuarios, y ellos se lo están entregando tranquilamente, sin darse cuenta de lo que podrían ocasionar. Le entregamos nuestra información a google en muchos aspectos de nuestra vida con cada uno de sus servicios. Además de que conoce cada una de nuestras búsquedas, almacena nuestra correspondencia, nuestras conversaciones, nuestros intereses en general. Y además de vigilarnos virtualmente mediante todas estas herramientas, tiene ese ojo en en cielo con que puede vigilar los movimientos de acá abajo físicamente. Por otro lado, con esa herramienta que parece estar revolucionando, que es google+, parece que no nos podremos desprender de esa empresa. Es un mundo posible hecho realidad, el mundo virtual que los humanos hechos creado posiblemente con buenas intenciones, como ayudar al desarrollo de las sociedades; sin embargo poco hemos tenido en cuenta las consecuencias de su implementación de la manera en que se está haciendo.

Si Facebook, la red social más utilizada hoy parecía tener mucho poder, pues de igual manera a esta red solemos confiarle nuestra información personal, google con su arsenal de herramientas, pero principalmente con su red social que empieza a robarle aceleradamente los usuarios a Facebook se perfila a ser un verdadero imperio que dominará a sus usuarios sin que ellos se den cuenta o peor aún, sin que les importe o crean que les afecte. Facebook fue catalogado por muchos Hacktivistas16 y críticos como «el gran hermano de la realidad». Sí, el gran hermano como el descrito en la novela de George Orwell, una especie de ser invisible, pero inimaginablemente poderoso que vigilaba cada uno de los movimiento de todos sus súbditos. Esto porque de alguna manera Facebook así parece funcionar, pues almacena datos personales, gustos de todo tipo, estados de ánimo, e incluso muchos usuarios suelen decirle al Facebook cada una de las actividades que realizan a cada momento. Es decir, nosotros mismos le concedemos a la red social la información que necesita para vigilarnos. No nos miran a través de cámaras bien escondidas como en la novela, sino que cada uno de nosotros introducimos en la caja de texto lo que el gran hermano necesita saber, nosotros mismos nos sometemos a su vigilancia. Pero hoy parece que el control se le está yendo a Facebook de las manos, y lo acapara Google y su creciente red social. Parece inevitable, ya que como Naief lo refiere acertadamente:

Internet crea una atmósfera semejante a la de una secundaria en que ser como los demás es garantía de no ser marginado […] se caracteriza, paradójicamente, por producir en los cibernautas el efecto de la manada, por sembrar un desprecio por la autentica originalidad y por ridiculizar a la disidencia”17.

Así, cuando la manada comienza a mudarse al nuevo sitio, al que está de moda, al que puede referirse como la alta tecnología, el resto los sigue, ya que no es válido quedarse en lo que ya es historia, tal como encontramos muchos ejemplos en Tecnocultura de sitios que si en su tiempo fueron los más populares, las nuevas tecnologías los reemplazan y los usuarios se mudan a lo novedoso.

Estos sitios, controlados por software que parecen esconder muchas de sus funcionalidades, que me atrevería a decir, de las más importantes, intentan controlarlo todo, parecen querer convertirse en los amos de la vida de sus usuarios. Hoy mismo me he encontrado con una nueva noticia:

“Microsoft ha anunciado que si los fabricantes de ordenadores quieren distribuir sus productos con el logo de compatibilidad con Windows 8, deben implementar una medida llamada «arranque seguro». Arranque Seguro está diseñado para proteger contra malware previniendo que las computadoras carguen programas binarios no autorizados en el arranque. En la práctica, esto significa que los equipos que implenten esta característica no podrán arrancar sistemas operativos no autorizados — incluyendo los sistemas inicialmente autorizados que han sido modificados sin ser aprobado de nuevo.”18.

Una herramienta que no dista mucho de lo que ha venido haciendo la otra gran transnacional de las tecnologías de la información, MacOS, asegurando a sus usuarios a que sólo utilicen sus productos y nada ajeno a ellos.

Muchos usuarios de computadoras, principalmente interesados en las herramientas de información libres, cuando adquieren un equipo de cómputo, instalan más de un sistema operativo en un mismo ordenador. Lo más común es, un Windows y una distribución de un sistema libre, como Linux o FreeBSD. Generalmente con la intención de cambiarse definitivamente al software libre, pero continúan con una partición en su disco duro donde tienen Windows para cualquier emergencia, por si no saben como realizar alguna tarea en su sistema libre o por alguna incompatibilidad de software que llegaran a tener con alguna de sus amistades. Con esa medida, se corre el riesgo de que los usuarios ya no tengan la posibilidad de instalar en sus computadoras algo diferente de Windows. En los últimos años el software libre, principalmente Linux, le ha ganado mucho terreno a los sistemas privativos, es una situación que preocupa y alarma a los empresarios del software, por lo cual necesitan implementar nuevas medidas que contengan a sus usuarios utilizando sus productos, ya que de otra forma no perderían sólo sus ganancias económica, sino que perderían poder político al dejar de tener acceso a la información personal de los individuos si estos dejan de utilizar sus herramientas y programas.

Esta realidad resulta escalofriante, y más cuando me encuentro en Tecnocultura cuál es la propuesta de google para un futuro, la cual desconocía hasta ahora: “La propuesta de google es que en el futuro estaremos mejor si nuestro cerebro fuera aumentado o sustituido por un dispositivo de inteligencia artificial conectado permanentemente a Internet”19. Parecieran los planes para un control definitivo sobre los individuos, con lo cual ya no habrá manera de ser perdidos de vista ni un solo instante por el gran hermano.

Estas herramientas de las tecnologías de la información, como ya lo mencioné se aparecen ante el público aparentemente gratuitas, pero la manera en que se mantienen funcionando es vendiendo la información de sus usuarios al mercado, para que sepan que producir, es decir, todo aquello que ya saben que les vamos a comprar porque hemos indicado que «nos gustan, nos interesan y las buscamos a menudo». Ahí es donde nos damos cuenta que pagamos constantemente por el uso de todas esas utilidades.

En este contexto tenemos que Internet nos ha conferido un poder sin precedente sobre la información, pero a la vez nos ha convertido en sujetos permanentemente vigilados”20. Más hoy en día, que podemos contar con dispositivos móviles, y con redes inalámbricas gracias a las cuales podemos conectarnos a redes WAN en casi cualquier parte a donde vayamos. “La miniaturización de los accesorios tecnológicos de cómputo y comunicación nos convierte en seres monitoreados a perpetuidad y ningún elemento de nuestra vida privada está a salvo de los ojos y oídos electrónicos”21. Ya no necesitamos esperar a llegar a casa para contarle al mundo (o a nuestro distribuidor de software o servicio de comunicación) lo que nos ha pasado durante el día, lo podemos hacer al instante, cuando nos sucede, ya que contamos con las herramientas para hacerlo y actualizarlo a cada instante, es así de fácil contar hoy en día nuestras experiencias, es así de fácil ejercer el control sobre todo el conjunto de individuos y sociedades. Eso claro está, sin tomar en cuenta el resquebrajamiento del tejido social que esto provoca, ya que me doy cuenta constantemente, los usuarios de estas altas tecnologías, revisan sus dispositivos cada vez más a menudo, pues reciben sus notificaciones y no pueden evitar muchas veces esperar un momento adecuado para revisarla, prefieren interrumpir sus actividades, su trabajo, su estancia en la vida real, por atender lo que ocurre en el mundo virtual. Que estas tecnologías tengan una especie de adictivo no es mera coincidencia, es una necesidad de las mismas compañías para que el control sea más intenso. Esto hoy que estamos conectados casi todo el tiempo mediante pequeños dispositivos, y no es muy difícil imaginarse cómo serán las cosas una vez que la propuesta de Google llegara a realizarse, pues si hoy en día se pueden conocer nuestros estados de ánimo, nuestras experiencias diarias, nuestros intereses y deseos, etc., al tener los individuos un dispositivo integrado al cerebro o sustituyéndolo, incluso se podrá saber lo que hoy aún podemos ocultar al mundo, nuestros más profundos pensamientos que cuando nosotros lo decidimos, no los compartimos aún. Parece que compañías como google quieren saber incluso eso. Son medidas de control, incontroladas. Los intereses políticos y económicos parecen prevalecer ante todo, las ganancias monetarias son el motor de esos nuevos avances, y a los grandes empresarios no parece importarles, y seguramente ni siquiera se detienen a pensar en que incluso ellos son afectados por esa situación.

Los científicos, en este caso, los programadores e ingenieros de estas tecnologías parecen no detenerse a pensar y reflexionar sobre sus inventos. Ellos se plantean un determinado objetivo, y sólo se fijan en conseguirlo, sin importar el camino ni los resultados secundarios que ellos puedan presentar. Si el fin predeterminado se cumple, las implicaciones no tienen cabida en en análisis del problema. Esa es una característica que parece definir a la gran mayoría de los científicos, no sólo de esta área, sino todas las de la ciencia y tecnología. Todo, generalmente parece por el buen vivir de la humanidad, ya que como plantea Ortega Y Gasset, “el empeño del hombre por vivir, por estar en el mundo, es inseparable de su empeño de estar bien. Más aún: que vida significa para él no simple estar, sino bienestar”22. Y creemos generalmente que vivir bien significa tener todas esa comodidades que la tecnología nos ofrece, evitarnos todas esas fatigas y ahorrarnos un montón de calamidades que tal vez sufriríamos sin ella. Una de las definiciones respecto a esto que Ortega Y Gasset da es que “la técnica es el esfuerzo para ahorrar el esfuerzo, o dicho en otra forma, es lo que hacemos para evitar por completo, o en parte, los quehaceres que la circunstancia, primariamente nos impone”23. Por eso nos es tan fácil acostumbrarnos a usar tecnología, porque nos brinda muchas facilidades para nuestra vida.

Existen ciertamente también, una serie de alternativas a todas estas formas de control que algunos han implementado al darle a la tecnología la orientación que hasta aquí he descrito. Las herramientas libres, que ya he mencionado son un conjunto de programas que pretenden abolir la propiedad intelectual de los sistemas de información, permitiendo así la libertad de los usuarios para su uso, el software libre. “En concreto, el software libre implica que los usuarios tienen las cuatro libertades esenciales: (0) ejecutar el programa, (1) estudiar y modificar el programa desde el código fuente, (2) redistribuir copias exactas y (3) distribuir versiones modificadas”24. Es decir, los usuarios de software libre pueden conocer con certeza, con un poco de conocimientos informáticos cada una de las funciones de los programas que utiliza. Estas herramientas son generalmente hechas por comunidades enteras de los mismos usuarios, a los cuales puede colaborar cualquiera que se interese. Son proyectos que apuntan a la construcción de herramientas colectivas, en vez de privadas.

Ciertamente el software libre no es muy conocido por los usuarios de las tecnologías, ya que no cuenta con un sistema de comercialización como el software privado, del cual el comercio es su función principal. El software libre no tiene como patrocinadoras a las grandes empresas comerciales, pues este no vende la información de los usuarios para obtener a cambio publicidad, sin embargo, se ha demostrado con bastantes experiencias que su funcionamiento y rendimiento es muy superior a los sistemas privados.

Claro está que las empresas del software buscan eliminar estos fenómenos colectivos de crear herramientas, ya que son formas de vida que atentan en contra de sus intereses económicos. Pero grandes comunidades de hacktivistas están constantemente trabajando por difundir de manera autónoma estas herramientas, y sus esfuerzos parecen trascender. Por algo las corporaciones privadas están tomando medidas de emergencia para tratar de frenar esta migración de usuarios, intentando obligarlos a no usar otra cosa que no sean sus productos.

Esto claramente significa que la tecnología no necesariamente tiene por qué ser un medio de control para la vida, sino que puede por el contrario crear comunidades autónomas donde el poder lo ejerzan cada uno de los usuarios en vez de ser controlador por algunos cuantos creadores y únicos conocedores de los sistemas tecnológicos. La tecnología entonces, podemos decir, no es el problema en sí mismo, el problema es la orientación que solemos darle, la manera en que la usamos.

Si por un lado ciertamente la tecnología utilizada de un modo racionalizado, pues nos esclaviza por una parte, pero aumenta nuestra productividad y nuestro ocio por otra y por ello la aceptamos y reconocemos como necesaria, puede llegar a ser en sí mismo una ideología, como analiza Habermas25, en la cual, “no sólo su aplicación sino que ya la técnica misma es dominio sobre la naturaleza y sobre los hombres: un dominio metódico, científico, calculado y calculante”26, también la podemos racionalizar de un modo que nos beneficie verdaderamente en vez de controlarnos. Mientras que los poderosos mecanismos privatizados de la tecnología intensifican su dominio, tratando de legitimarmás el poder político de las corporaciones, pues “la tecnología proporciona también la gran racionalización de la falta de libertad del hombre y demuestra la imposibilidad técnica de la realización de la autonomía, de la capacidad de decisión sobre la propia vida”27, otra comunidad de individuos tratan de abrir la brecha que conduzca a los individuos a ser a pesar de todo, aún autónomos, con tecnologías que ayuden sí a las tareas y actividades diarias, pero de una manera controlada por los usuarios, y no de una manera que los individuos sean controlador por la tecnología.

La tecnología se utiliza como una ideología porque es vendida la idea de que su uso es totalmente elemental y necesario, y al adoptarla la reconocemos como tal desde un inicio, y la aceptamos de la manera en que se nos impone, sin representarnos ni pensar en formas distintas de tratarla o juzgarla. Se nos presenta generalmente apuntando a ciertos fines, fines que representan el control y el capitalismo dominante, pues intereses económicos son los que desde un principio rigen su desarrollo. En el momento en que los usuarios detengan un momento su referencia a sus dispositivos tecnológicos y razonen por sí mismos la tecnocultura en la que se han zambullido, en vez de aceptar su uso ya racionalizado por otros, que lo hacen a partir de sus propios intereses y no los del usuario, entonces la tecnología parará a ser un verdadero servicio para el desarrollo de las sociedades en vez de serlo únicamente para un pequeño grupo de individuos.

1Yehya Naief, Tecnocultura. El espacio íntimo transformado en tiempos de paz y de guerra, Tusquets, 2008.

2Ídem.

3Ibídem, p. 13.

4Ídem.

5Ibídem, p. 14.

6Ídem.

7Ídem.

8Ibídem, p. 15.

9Ídem.

10Ortega Y Gasset, José, Meditación sobre la técnica, Madrid, ESPASA-CALPE, 1965, p. 23.

11Ob. Cit, Nota 1, p. 17.

12Ídem.

13Ibídem, p. 18.

14Ídem.

15Ibídem, p. 119.

16Personas comprometidas con el activismo político en el ciberespacio, es decir, utilizan herramientas informáticas para manifestar inconformidad o crear tecnologías de información alternativas, contraponiéndose a los sistemas comerciales que buscan el control de los usuarios.

17Ibídem, pp. 20-21.

18Noticia que circula en Diaspora, red social libre.

19Ibídem, p. 123.

20Ibídem, p. 23.

21Ídem.

22Ob. Cit., Nota 9, p. 26.

23Ibídem, p. 35.

25Habermas, Jürgen, Ciencia y Técnica como ideología, España, Tecnos, 2001, p. 54.

26Ídem.

27Ibídem, p. 58.

Los zapatistas no se rinden.

8 junio, 2012

Señores:

¡Corred! ¡Avisadle a los mazahuas, los amuzgos, los tlapanecos, los nahuatlacas, los coras, los huicholes, los yaquis, los mayos, los tarahumaras, los mixtecos, los zapotecos, los mayas, los chontales, los seris, los triquis, los kumiai, los cucapá, los paipai, los cochimi, los kiliwa, los tequistlatecos, los pame, los chichimecos, los otomíes, los mazatecos, las matlatzincos, los ocuiltecos, los popoloca, los ixcatecos, los chochopopoloca, los cuicatecos, los chatinos, los chinantecos, los huaves, los pápagos, los pimas, los tepehuanos, los guarijios, los huastecos, los chuj, los jalaitecos, los mixes, los zoques, los totonacos, los kikapús, los purépechas y a los o’odham de Caborca!

¡Que lo sepan los ceuístas y las bandas todas! ¡Que llegue hasta el oído de obreros y campesinos sin tierra! ¡Que escuchen los del Barzón, las amas de casa, los colonos, los maestros y los estudiantes!

¡Que los mexicanos en el extranjero oigan este mensaje!

¡Que lo escuchen los banqueros y los dinosaurios de Atlacomulco! ¡Que retumbe en los pasillos de la Bolsa de Valores y en los jardines de los Pinos!

¡Que esta voz llegue hasta los mapuches y los auténticos farabundos!

¡Que los hermanos todos de estas tierras abran un lugar en su corazón para este grito!

¡Que suenen los tambores y los teletipos! ¡Que los satélites enloquezcan!

¿Qué? ¿Que cuál es el mensaje? Uno solo:

Los zapatistas. Stop.

¡No se rinden! Stop.

¡Resisten! Stop y fin.

Desde las montañas del Sureste mexicano

Subcomandante insurgente Marcos

P.D. de la imprudencia. Nos aconsejaron ser prudentes y firmar la paz, nos dicen que el gobierno nos acabará en horas, en días si se tardan, si no firmamos la paz. Nos recomiendan conformarnos con las promesas ofrecidas y esperar. Nos piden la prudencia de rendirnos y vivir… ¿Quién podría vivir con esa vergüenza? ¿Quién cambia vida por dignidad? Fueron inútiles tan sensatos consejos. En estas tierras reinan, desde hace muchos años, la imprudencia… y la dignidad.

P.D. En el Comité estuvimos discutiendo toda la tarde. Buscamos la palabra en lengua para decir «RENDIR» y no la encontramos. No tiene traducción en tzotzil ni en tzeltal, nadie recuerda que esa palabra exista en tojolabal o en chol. Llevan horas buscando equivalentes. Afuera llueve y una nube compañera viene a recostarse con nosotros. El viejo Antonio espera a que todos se vayan quedando callados y sólo quede el múltiple tambor de la lluvia sobre el techo de lámina. En silencio se me acerca el viejo Antonio, tosiendo la tuberculosis, y me dice al oído: «Esa palabra no existe en lengua verdadera, por eso los nuestros nunca se rinden y mejor se mueren, porque nuestros muertos mandan que las palabras que no andan no se vivan». Después se va hacia el fogón para espantar el miedo y el frío. Se lo cuento a Ana María, ella me mira con ternura y me recuerda que el viejo Antonio ya está muerto…

La incertidumbre de las últimas horas de diciembre pasado se repite. Hace frío, las guardias se relevan con una contraseña que es un murmullo. Lluvia y lodo apagan todo, los humanos murmuran y el agua grita. Alguien pide un cigarrillo y el fósforo encendido ilumina la cara de la combatiente que está en la posta… un instante solamente… pero se alcanza a ver que sonríe… Llega alguien con la gorra y el fusil chorreando agua. «Hay café», informa. El Comité, como es costumbre en estas tierras, hace una votación para ver si toman café o siguen buscando el equivalente de «RENDIRSE» en lengua verdadera. Por unanimidad gana el café. NADIE SE RINDE…

¿Nos quedaremos solos?

 Relato Zapatista.

Crisis del sistema educativo y el papel de quienes desean la transformación.

26 febrero, 2012

La educación es sin duda el arma más poderosa para el buen vivir de una sociedad, ya que a través de ésta, los individuos aprenden a tomar buenas decisiones gracias al aprendizaje obtenido, aprendizaje que permite obtener conocimientos, comprenderlos, analizarlos y juzgarlos, para después aplicarlos en la vida propia y llevarla de la mejor manera posible. En palabras de Augusto Salazar Bondy, “educar es aquella praxis que acondiciona un medio y provoca ciertos efectos psicobiológicos en un individuo o grupo de individuos, con la mira de preservar y fomentar el desarrollo de éste”.1

Desafortunadamente, hoy en día en nuestra sociedad, el sistema «educativo» ha dejado a un lado el objetivo de educar a los individuos para promover un desarrollo sustentable, a cambio de un adiestramiento, en el cual, se enseña a los individuos a funcionar de cierta manera, no para beneficiarse a sí mismo ni a la sociedad, sino para beneficio de quienes mueven los hilos en lo alto de la pirámide del capitalismo.

Ciertamente a través de la historia, la educación ha estado orientada hacia el beneficio de quienes la imparten, y como los que la imparten son los grupos de poder en turno, es siempre una educación que promueve el sometimiento de la sociedad a tal grupo de dominio. Por ejemplo, en La Edad Media, era la Iglesia quien tenía el poder e impartían educación, pero una educación religiosa que promovía la sumisión a la divinidad de la institución. En la modernidad, donde la educación es tarea del Estado, se impartió una educación para que los súbditos se sometieran a su madre patria. En la actualidad, el grupo dominante es sin duda el mercado, y es éste quién manda también en la educación, orientándola al desarrollo económico-mercantil.

Simplemente hay que ver que toda la educación actual está totalmente al servicio de la producción de mercancías materiales y nulo lugar para la producción de pensamientos, de ideas, de reflexión. Materias como la filosofía son hechas a un lado por el gran monstruo del neoliberalismo, ya que ésta no genera capital para el mercado, al contrario promueve un sentido crítico entre los individuos que puede poner en peligro la «estabilidad» del orden establecido. Es decir, mientras la educación que han impartido los distintos grupos dominantes está encaminada a la sumisión, adiestramiento, sometimiento de un modo completamente “adaptativo, [en donde lo ideal] es transmitir al educando valores, actitudes e ideas ya establecidas, procurando que éste las reciba y adopte tal como se le dan”, nos quitan al mismo tiempo las herramientas para revolucionar esta situación y conseguir que la humanidad viva libre y con dignidad.2

Es una manera de adiestrar de gran utilidad para quienes ostentan el poder, quienes hoy prefabrican al individuo para que sea un zombie consumista, para hacerlo comprar hasta la cosa más insignificante e inservible que se pueda inventar. Con su «adiestramiento», no sólo en la escuela, sino de manera intensiva a través de los «mass media»3, crean nuevas necesidades en los espectadores, pero necesidades falsas, “que intereses sociales particulares imponen al individuo para su represión: las necesidades que perpetúan el esfuerzo, la agresividad, la miseria y la injusticia. Su satisfacción puede ser de lo más grata para el individuo, pero esta felicidad no es una condición que deba ser mantenida y protegida si sirve para impedir el desarrollo de la capacidad de reconocer la enfermedad del todo y de aprovechar las posibilidades de curarla […] Estas necesidades tienen un contenido y una función sociales, determinadas por poderes externos sobre los que el individuo no tiene ningún control […] No importa hasta qué punto se hayan convertido en algo propio del individuo, reproducidas y fortificadas por las condiciones de su existencia; no importa que se identifique con ellas y se encuentre a sí mismo en su satisfacción. Siguen siendo los que fueron desde el principio; productos de una sociedad cuyos intereses dominantes requieren la represión”.4

Por lo que, nos educan para consumir, mentalizandonos de tal manera que creemos que necesitamos trabajar para poder comprar lo que nos venden, y entre más trabajamos, más podemos comprar y más reprimidos estamos, acrecentando su dominio. Nos educan también de manera tecnócrata y deshumanizada. Una educación egoísta y competitiva, en donde aprendemos que si no aplastamos al otro, él nos aplastará, y como nadie quieres ser aplastado, hacemos siempre lo posible por pasar por encima de los demás.

Es así como funciona el sistema. Éste nos controla totalmente, adiestrando de tal manera que vivamos en “la cotidianidad mundana”5, una cotidianidad tan simple, tan banal en la que pasamos por el mundo desapercibidos, pero sin percibir también, olvidándonos del otro, olvidándonos de nuestro contexto. Vivimos de manera mecánica porque no somos capaces de reflexionar nuestro entorno, sino que simplemente pasamos por él en el día a día para funcionar sólo como nos han enseñado que debemos funcionar. Jamás nos detenemos a pensar en lo que hacemos, simplemente lo hacemos porque no tenemos tiempo para pensarlo, el tiempo debemos emplearlo en producir lo que nuestro sistema nos exige. En el momento en que alguien se sale de la cotidianidad, éste es conscientizado, es visto por los demás, es reconocido, pero es un reconocimiento negativo generalmente. Negativo porque quien se sale de la cotidianidad, quien se separa del camino en el que van las mayorías, altera el orden, es decir, hace el desorden, por lo que es mal visto, tachado, señalado y reprimido por los demás. Tal represión es una herramienta más del sistema opresor, el cuál utiliza a las masas alienadas por él mismo, para coartar a la oveja que se sale del rebaño.

Por todo esto es que debe haber un cambio radical en el sistema educativo. Debemos promover una “educación suscitatadora [como la propuesta por Bondy]. Justamente los factores de creación y novedad son los que definen el quehacer pedagógico que hemos llamado suscitador […] Lo predominante […] es la actividad del poder creador del sujeto, de aquello que hay de más original y libre en su ser personal […] Se busca que el alumno asuma ideas nacidas de la propia reflexión en comercio con el mundo y valores elegidos por decisión de su yo más auténtico y no por transferencia de patrones habituales sin resonancia vivencial ni autoridad sobre la conciencia más vigilante. No se enseñará pues inculcando ideas, valores y conductas ya configurados, sino en cualquier caso sirviéndose de ellos para preparar, vigorizar y ejercitar la capacidad de concebir ideas, inventar valores y adoptar nuevas formas de conducta.”6

Desafortunadamente, los grupos de poder nunca permitirán que tal tipo de educación se ponga en práctica, pues es un peligro para la seguridad de sus intereses personales, es por eso que continuamente están reformando la educación, quitando de las escuelas las pocas materias que permiten la formación del pensamiento crítico.

Eso no significa que sea un caso perdido. Y es precisamente tarea de quienes nos damos cuenta de este mal funcionamiento promover ese cambio liberador. Es nuestra responsabilidad como seres humanos críticos y éticos fomentar la transformación del orden establecido, que cambie a las personas para que dejen de funcionar como robots programados y comiencen a liberar su pensamiento y a funcionar como humanos conscientes.

El paso por el mundo de un hombre como apunta Freire, “no es algo predeterminado, preestablecido. Que mi destino no es un dato sino algo que necesita ser hecho y de cuya responsabilidad no puedo escapar. Me gusta ser persona porque la historia en que me hago con los otros y de cuya hechura participo es un tiempo de posibilidades y no de determinismo. Eso explica que insista tanto en la problematización del futuro y que rechace su inexorabilidad.”7 Es decir, cada uno de nosotros pasamos por el mundo haciendo historia, participando de él, y todo lo que hacemos y dejamos de hacer contribuye para todo cambio o estabilidad del mismo. El conjunto de relaciones en que participamos en el mundo nos conecta con todo y con todos, y aunque podemos pasar desapercibidos en la cotidianidad mundana, no podemos pasar sin participar de ella, pues participamos todo el tiempo, no siendo “sólo un objeto, sino también un sujeto de la historia.”8 Con cada acción que realizamos contribuimos a que algo cambie o a que algo siga igual, y siendo conscientes de nuestra situación contextual, es nuestra responsabilidad cada consecuencia de nuestro paso por el mundo. Siendo nuestra responsabilidad, es nuestro deber conducirnos para bien, con ética, ayudando a hacer un mejor mundo para vivir. Esta responsabilidad, es causa de nuestra “consciencia del inacabamiento”.9 Es decir, está consciencia de que al pasar por el mundo, participamos en él y lo modificamos, la cual fue también razón de que el hombre se hizo educable, ya que, al ser consciente de que cada una de sus acciones tendrá consecuencias, ya sean buenas o malas, necesariamente el hombre tuvo que buscar una manera de guiar sus decisiones para que generalmente las consecuencias sean positivas.

Entonces, no podemos ser pesimistas respecto a la transformación. Es nuestro deber hacer todo esfuerzo para conseguir un cambio radical en nuestra sociedad, cambio que sin duda lleva por delante una buena educación para las masas. Pero no podemos confiar más en el sistema dominante, pues a lo largo de siglos, como ya explique, aunque cambie el grupo que está en el poder, desde ahí la educación estará siempre orientada para mantener la hegemonía de quienes mueven los hilos. Ciertamente no podemos derribar este sistema de un solo tajo, pero podemos ir creando pequeñas infecciones al cuerpo político, infecciones que después puedan convertirse en cáncer, y luego en muerte de tal cuerpo. Las instituciones estatales no son la única manera de educarse (son sólo la única manera de tener un papel que te acredita). Hay maneras libres y autónomas de estar educado, y nos corresponde precisamente a los que somos conscientes del inacabamiento enseñar a la sociedad estas formas, formas autogestivas, independientes, libres, donde se fomente la educación suscitadora de Bondy.

Pero esto no se consigue sólo hablando, haciendo ensayos o escribiendo artículos, hay que actuar. Las personas que nos rodean, no estarán de acuerdo a escucharnos más si cuando les decimos que hay que ser críticos, éticos y justos en la realidad nosotros actuamos como borreguitos que no se salen de «los paradigmas aceptados» que fomentan la injusticia y la explotación. Es imposible abrirle los ojos al mundo cuando no comenzamos por demostrar que nosotros ya los hemos abierto. Hay que tomar la iniciativa, siempre existe la posibilidad de formar talleres de lectura de manera autogestiva, de hacer debates, de comentar experiencias. Pero no es la única manera de educar, también existe siempre la posibilidad de ayudar a las personas con sus problemas, sin esperar nada a cambio. Enseñar que la solidaridad es esencial, que cuando nos ayudamos unos con otros tenemos más posibilidades de bien vivir, y la solidaridad se enseña, siendo solidarios.

Cuando uno se solidariza con las personas, cuando se les ayuda con sus problemas, estas personas te reconocen como sujeto (y volvemos a la cotidianidad mundana y reconocimiento del otro), se dan cuenta que salirse de la cotidianidad no siempre es desagradable, porque te han visto salirte para brindarles tu ayuda y después, muchos están dispuestos a escucharte y esa es la oportunidad para ayudarles a conscientizarse.

Siendo que, desde la perspectiva reaccionaria nunca tendremos una educación que nos enseñe a conscientizarnos, a analizar nuestro entorno, a politizarnos, debemos hacerlo por nuestra cuenta. “Es una tarea que los educadores y las educadoras progresistas deben cumplir, dentro y fuera de las escuelas. Es una tarea que debe ser realizada por organizaciones no gubernamentales”10. Ciertamente ser educador en una institución ofrece una ventaja, que es la de tener a disponibilidad la atención de un grupo predispuesto a prestar atención y a aprender, lo importante es, como educador, no dejarse simplemente absorber por el sistema.

Pero además hay que trabajar también fuera de las aulas, seamos o no profesores. Si en las escuelas ofrecen solamente educación técnica, apolítica y neutra ante la realidad, es nuestro deber como personas éticas politizar a las personas que nos rodean diariamente, hacerles ver que no podemos pasar por la vida con una postura neutra ante las injusticias, ante la miseria, ante las guerras, como humanos deshumanizados, hay que despertar al pueblo. Eso es parte fundamental de una buena educación, cuando se aprende a ser políticamente activos y críticos, es cuando pasamos de estar adiestrados a estar educados, a ser humanos y no máquinas programadas, y entonces podemos aplicar nuestros conocimientos técnicos o científicos de una manera justa, ética y humana.

Pero no sólo se enseña con palabras, como ya mencioné, no es suficiente escribir o hablar, hay que actuar. Citando nuevamente a Freire, “El mejor discurso sobre él es el ejercicio de su práctica”11, “las cualidades o virtudes son construidas por nosotros al imponernos el esfuerzo de disminuir la distancia que existe entre lo que decimos y lo que hacemos. Este esfuerzo, el de disminuir la distancia que hay entre el discurso y la práctica, es ya una de esas virtudes indispensables -la de la coherencia”12.

El mundo se está cayendo a grandes pedazos, y es por eso que no podemos permitir que que tal situación continúe. Los grupos de poder no nos van a dejar el camino libre para destruirles su paraíso, por lo que hay que derribar sus defensas sea como sea. No podemos resignarnos, la utopía de un mundo más justo e igualitario no es imposible. Qué importa que nos llamen «ilusos y utopistas», si como lo dijo ya Flores Magón, “es a los ilusos y a los utopistas de todos los tiempos a quienes debe su progreso la humanidad. Lo que se llama civilización ¿qué es sino el resultado del esfuerzo de los utopistas?”13.

Quedarnos de brazos cruzados, esperando a que tal vez algún día llegue un mesías salvador por la vial legar o electoral, y que éste reformará la educación, es un farsante discurso más de la reacción. Decir al pueblo que espere pacientemente a que las cosas cambien de esa manera es una ofensa, porque es lo mismo que decirles que no luchen por la justicia para que dejemos de ser tratados como mercancía. Obviamente el gobierno nunca nos va a decir en sus escuelas que luchemos contra él, nunca se va a reconocer públicamente como enemigo de sus súbditos. El discurso de siempre, y es como nos educan es el de ser pacientes, pasivos, conformistas. Y que si no estamos conformes con lo que tenemos, si no nos gusta el régimen, que esperemos las elecciones para cambiarlo, porque es la única manera. ¡Claro que no! Esa es la única manera pero de preservar más de lo mismo, un sistema totalmente hipócrita que no quiere perder su poder.

Por eso debemos empezar a educarnos desde abajo, por nuestra cuenta, apoyándonos con la gente que nos rodea y creciendo cada día junto a ellos, enseñándoles y aprendiéndoles. Eso es a lo que me refería al decir que hay que crear pequeñas infecciones al cuerpo político. Cuando se creen muchas, el cuerpo estará débil y será fácil de derribar, y el que emergerá estará educado, por lo que no permitirá que uno como el anterior se imponga.

1Educación y Filosofía, Perú, Fondo Editorial, 1995, p. 15.

2Ibídem, pp. 17-18.

3Medios de comunicación masivos o de masas (término también muy utilizado directamente en Inglés: mass media) son los medios de comunicación recibidos simultáneamente por una gran audiencia, equivalente al concepto sociológico de masas o al concepto comunicativo de público.

4Herbert Marcuse, El hombre unidimensional, España, Planeta-De Agostini, 1993, p. 35.

5Enrique Dussel, Introducción a una filosofía de la liberación latinoamericana, México, Editorial Extemporáneos, 1977, p. 86.

6Augusto Salazar Bondy, ob. cit., nota 1, pp. 18-19.

7Paulo Freire, Pedagogía de la autonomía, Brazil, Siglo XXI, 1996, p. 52.

8Ibídem, pp. 53.

9Ibídem, p. 55.

10Ibídem, p. 96.

11Ibídem, p. 92.

12Ibídem, pp. 63-64.

13Ricardo Flores Magón, La revolución mexicana, México, Editores mexicanos unidos, 2001, pp. 15-16.

Jornada conmemorativa por los 43 años de la masacre de Tlatelolco

23 septiembre, 2011

 

Fiesta de la juventud rebelde

16 agosto, 2011

Sábado, 10 de septiembre · 16:00 – 23:30

SALON «LA HUERTA», A UNOS METROS DEL RASTRO DE JOJUTLA.
APARTIR DE LAS 4:00 pm

POR PRIMERA VEZ EN LA REGION UN EVENTO CON ESCENCIA ANTI-AUTORITARIA DONDE LA REBELDIA SE MANFIESTA EN MUSICA-CONCIENCI- BAILE-PAZ-COLECTIVIDAD Y BUENA VIBRA…
TODO ESO SIN LIMITE…

AIRES DE MEXICO (son jarocho)
WARABARI (percusiones africanas)
HENEKEN (rocksteady – funk)
FERRI CORTI (hip-hop anarkista) nuevo proyecto
LIRIKA PODRIDA(hip-hop anarkista)
KIRASKO SKA(ska)
NANAKAMEH(rock-punk)
CHARRO NEGRO(metalconciencia)
KOFÁN(ritmos latinoamericanos)

VENTA DE MATERIAL ALTERNATIVO
PRESENTACION DEL N 5 DE «TIERRA Y LIBERTAD»
CHELAS: PRECIO BANDA
INICIA: 4:30 PM
LUGAR: SALON «LA HUERTA» A UNOS METROS DEL RASTROS DE JOJUTLA
SABADO 10 DE SEPTIEMBRE
ENTRADA GENERAL: $20 VARITES.

NO ARMAS, NO MOCHILAS,NO MALA COPAS.

TODO LO RECABADO EN ESTE EVENTO SERA PARA LAS ACTIVIDADES
Y PROYECTOS DEL CENTRO COMUNITARIO JÚLIO CHÁVEZ LÓPEZ

Festival cultural en Santa Rosa 30, ¡POR LA DIGNIDAD Y CONTRA EL OLVIDO!

19 abril, 2011

RIUS en el Instituto Tecnológico de Zacatepec

20 febrero, 2011

El próximo día 16 de marzo, la academia de Ciencias Económico-administrativas, a iniciativa del compañero HUGO CARBAJAL AGUILAR, Jefe de Proyectos de Extensión, invita a toda la comunidad a la plática que dará RIUS, a las 12:00 en el Instituto Tecnológico de Zacatepec.

Debido a la relevancia del invitado, deseamos saber si reservamos una sala o el auditorio según la cantidad de asistentes. Por eso enviamos este correo a todo el mundo para que nos hagan favor de decir si van a asistir al evento y contarlos a todos.

Se impondrá una sola regla en el evento: quienes entremos a la conferencia NO PODREMOS SALIRNOS DE ELLA, SINO HASTA QUE RIUS TERMINE.

Invitamos a todos a participar.

Entrada libre.

Ya está confirmado: Las conferencias serán en la sala de conferencias, sólo en caso de no haber cupo suficiente, se trasladará al auditorio de la institución.

M.A.R.H. ROBERTO YÁÑEZ HERNÁNDEZ

Presidente de la Academia de

Ciencias Económico-administrativas

Instituto Tecnológico de Zacatepec

La SEP y la eliminación de las humanidades

24 diciembre, 2010
Entre septiembre y octubre de 2008, la SEP inició una Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS), a través de dos acuerdos (442 y 444) publicados en el Diario Oficial de la Federación. Esta reforma, dictada y orientada por la OCDE e inspirada en el Plan de Bolonia, tiene una gran trascendencia porque afecta a millones de estudiantes. Se trata de un paso más en la estrategia neoliberal puesta en marcha en el país desde 1982 y proseguida por todo y a pesar de todo por los gobiernos priístas y panistas. Algunas de sus características son: ubicar a todos los subsistemas de educación media superior (Colegio de Bachilleres, Conalep, Cecyt, las preparatorias de las universidades con excepción de la UNAM) en un Sistema Nacional de Bachillerato (SNB) controlado por el gobierno; poner en práctica una reforma educativa tecnocrática y eficientista basada en el método de competencias y eliminar, en lo posible, la función propedéutica que tenía la preparatoria para convertirla prácticamente en el último grado de educación de los mexicanos. Para este fin, los artífices de la RIEMS fijaron un marco curricular común para todos los subsistemas que estaba inicialmente formado por cuatro áreas disciplinares: matemáticas, ciencias experimentales, ciencias sociales (donde se ubicó la historia) y comunicación (donde se colocó la literatura). En otras palabras, la reforma ya no contemplaría ni el área de humanidades ni las asignaturas filosóficas como obligatorias.

¿Cuáles eran las razones? La SEP nunca las ha explicado pero no hace falta mucha perspicacia para descubrirlas: se trata de un proyecto de instrucción para el mercado de trabajo. Ante ello, desde un primer momento, las asociaciones de filosofía del país, organizadas en el Observatorio Filosófico de México (OFM), denunciaron, con el apoyo de la comunidad científica y cultural del país, el enorme desatino que implicaba la supresión de las disciplinas mencionadas para la educación. Afortunadamente, diversos factores hicieron que las autoridades educativas se retractaran y llegaran a un acuerdo (el 488) con el OFM, avalado por las autoridades educativas de todo el país y que se publicara en el Diario Oficial el 23 de junio de 2009 restableciendo el área de humanidades y considerando la lógica, la ética, la estética y la introducción a la filosofía como disciplinas obligatorias. Ese mes se celebró en Santo Domingo la Reunión de alto nivel sobre la enseñanza de la filosofía en la educación media superior convocada por la UNESCO y allí descubrimos que en otros países de Latinoamérica, desde hace unos años, se había suprimido la enseñanza de la filosofía; se había cambiado de nombre a los cursos y se había declarado que su función era transversal con los resultados de la eliminación de la disciplina. En esa oportunidad se redactó un importante documento (que se puede consultar en www.ofmx.com.mx) rechazando esa tendencia tecnocrática y antihumanística. Pasaron los meses y la SEP no movía un solo dedo para cumplir el acuerdo y, por tanto, el 5 de febrero de 2010 hicimos entrega tanto al titular de la SEP, Alonso Lujambio, como al subsecretario de Educación Media Superior, Miguel Ángel Martínez, de una carta firmada por un centenar de profesores e investigadores; representantes de todas las escuelas y facultades de filosofía del país y avalada por la Federación Mundial de Sociedades de Filosofía (FISP) donde se demandaba el cumplimiento de las disposiciones del acuerdo 488. La respuesta verbal (que está grabada) que dio el subsecretario a una comisión del observatorio fue negativa. En otras palabras, la SEP se retractaba de sus propios acuerdos y la mayor prueba es que hasta el momento, pasados 10 meses de la publicación del acuerdo 488, los funcionarios de la secretaría no han ofrecido una respuesta por escrito a nuestro documento ni se han interesado en promover los cambios de los planes y programas de estudio en los subsistemas. Frente a ello, hay que felicitar al Consejo Universitario de la UNAM por su excelente, preciso y contundente comunicado del 7 de abril, conminando a la SEP para que cumpla con el acuerdo 488.

¿Por qué la SEP se opone a las humanidades y la filosofía? A mi juicio, los autores de la reforma creen, en forma equivocada, que la formación técnica y competente está reñida con una buena formación filosófica y ya no se diga humanística. Se trata de un inmenso error. En las condiciones en que se encuentra el país, que afectan especialmente a la juventud, ¿no debería de ofrecerse un curso de ética bien formulado, no doctrinal y laico, donde se aborden los temas como el de las drogas, el narcotráfico, el aborto, la clonación, la muerte asistida, la enajenación, la desigualdad o la crisis de valores?; ¿el estudiante no debería saber cuáles son las concepciones filosóficas que han conformado a nuestra sociedad desde el pensamiento prehispánico hasta la actualidad?; ¿no debería tener elementos para conformar un pensamiento propio y correctamente formulado? ¿Y no debería ser consciente de la dimensión estética que se expresa en el arte o la literatura? Y en el caso de la técnica, ¿no debería saber qué es la técnica; cuál es su función en la sociedad y cuáles son sus formas de utilización beneficiosas o perjudiciales para la naturaleza y la especie humana? La respuesta de las autoridades ha sido y es la supresión de estas dimensiones en la formación del estudiante para que sólo se preocupe de cómo integrarse en forma acrítica, alienada y mecánica a las formas de trabajo exigidas por la globocolonización. Pero además de negarse en los hechos a incorporar las humanidades han recurrido a la simulación colocando cursos como los de construcción de la ciudadanía que, por el contrario, no deberían ser exclusivamente filosóficos sino interdisciplinarios.

Para documentarse, los tecnócratas de aquí y de allá, deberían leer el libro de la UNESCO La filosofía, escuela de la libertad, donde se expone que la materia debería ser enseñada en todos los niveles para conformar una auténtica ciudadanía democrática. Agregaría que la filosofía bien enseñada (ojo, autoridades de la SEP) permite la conformación de una mente libre, creativa, dispuesta a debatir y dialogar racionalmente sobre los grandes problemas sociales y que coadyuva a que los individuos puedan desempeñar en forma competente cualquier actividad. La filosofía y las humanidades proporcionan a los individuos armas culturales, históricas y lingüísticas para poder enfrentar un mundo extraordinariamente conflictivo como el actual. Es por ello que la SEP está obligada a cumplir ética y jurídicamente sus propios acuerdos.

* Coordinador del Observatorio Filosófico de México y profesor-investigador de la UAM-I.

Fuente:http://www.jornada.unam.mx/2010/06/29/index.php?section=politica&article=022a2pol

Aquí se puede aportar una firma de apoyo: http://ofmx.com.mx/firmas.html

¿Por qué es importante la filosofía?